EE.UU. crea el Centro Nacional de Tecnología de Semiconductores para dominar el futuro de los chips

El siguiente paso de Estados Unidos en su lucha fratricida contra cualquier país que ose cuestionarle su supremacía actual y futura está aquí. Es un paso lógico, puesto que el primero de todos era realizar los bloqueos que llevamos viendo ya dos años hacia China, y ahora que está a punto de conseguirlo, que la tiene ahogada y Xi Jinping ha pedido negociar in extremis, llega el avance. Y para ello Biden va a crear lo que se ha denominado como Centro Nacional de Tecnología de Semiconductores, que será una rama importante del llamado NSTC (National Science and Technology Council). ¿Qué tiene esto de importante en esta Guerra Fría 2.0?

Pues tiene todo que ver, de hecho, es una de las piedras angulares del proyecto presente y futuro de EE.UU. y por ello lo vamos a tratar hoy hasta donde el país de las barras y estrellas ha dejado conocer. El objetivo es simple: liderar la carrera de los semiconductores de manera que tanto sus empresas como su industria militar estén a la vanguardia, y para ello, Google tiene mucho que decir.

Biden recurre a John Hennessy, CEO de Google (Alphabet) para el Centro Nacional de Tecnología de Semiconductores

John-Hennessy-Google-Alphabet-Centro Nacional de Tecnología de Semiconductores

Será Hennessy y cuatro expertos no desvelados de la industria los que van a sentar las bases de este nuevo Centro Nacional de Tecnología de Semiconductores para Estados Unidos. Su finalidad, dado el éxito de Google en campos como la IA o los chips personalizados, es la investigación y desarrollo de procesadores y chips generales de próxima generación. O lo que es lo mismo, fuera del roadmap existente en estos momentos.

De los 5 integrantes que dirigirán el proyecto solo Hennessy ha sido revelado y se espera que en esta semana se anuncie el resto. Como directores tendrán que escoger un consejo de administración para que, ahora sí, estos administren este Centro Nacional de Tecnología de Semiconductores, otorgándoles los objetivos y visión en conjunto.

Los fondos serán públicos y provienen de la Ley CHIPS for America, mientras que el personal será de empresas privadas ya asentadas y con experiencia, lo que supone un cambio de filosofía en américa como vinimos avisando, donde a partir de ahora habrá colaboraciones publico-privadas para restar burocracia y tener un tiempo de reacción mucho más corto frente a China y Rusia.

Un giro maestro a la geopolítica de semiconductores para enfrentar una confrontación mundial futura

Seguridad Nacional ante todo. Ya se están escuchando los primeros rumores sobre el hecho de que la industria militar tiene pie y medio puesto en este Centro Nacional de Tecnología de Semiconductores, puesto que, como dijo Pat Gelsinger y repetimos siempre, los chips son el nuevo petróleo y hay que sacarles rendimiento.

El punto de partida se dividirá en dos al parecer: industria militar e IA. De ahí deberán salir otros proyectos menores que junto con el desarrollo e I+D de las compañías privadas como Google, NVIDIA, Intel, AMD, Qualcomm y otras, tendrán una ayuda para sentar las bases junto con las empresas e instituciones europeas, léase Imec o ASML, por ejemplo.

Occidente se ha alineado y tiene a Taiwán en la recámara en ambos casos, Biden afirma que quiere expandir la industria nacional de chips para crear empleos bien remunerados y dejar de depender de China e incluso de Taiwán. EE.UU. está jugando a dos bandas, incluso a tres con Europa. Gina Raimondo lo expresa así:

“Queremos que el NSTC sea un motor de innovación, que apoye y amplíe el liderazgo de EE. UU. en investigación, diseño, ingeniería y fabricación avanzada de semiconductores en las próximas décadas. Este comité de selección es el próximo paso para ayudarnos a defender el NSTC y garantizar que tenga éxito durante generaciones".

Las piezas están sobre el tablero, China quiere negociar a modo de derrota

Blinken-Xi-Jinping

Como vemos, el proyecto del Centro Nacional de Tecnología de Semiconductores está fuera de cualquier roadmap actual, es el futuro de la industria y todas sus ramas. Europa se encargará de producir y aumentar la producción como tal de chips en el viejo continente y allegados gracias a GF, Intel y TSMC, impulsando todavía más a ASML e Imec en procesos litográficos y técnicas de diseño de semiconductores avanzadas.

Corea del Sur competirá en chips de memoria con EE.UU. y en obleas con Japón. Los japoneses lo harán en obleas y equipos de fabricación, Taiwán en creación de chips de vanguardia y tecnologías anexas, pero China... Xi Jinping se ha visto totalmente acorralado en un giro de los acontecimientos sin precedentes donde, ahora sí, las fichas están en su posición y en el tablero.

EE.UU.-Blinken-Xi-Jinping-China

Cuando pensábamos que el gigante rojo iba a imponerse, resulta que Europa y EE.UU. están colaborando como nunca para intentar aplastar a toda Asia, no solo a Xi Jinping. El caso de China es un ejemplo y mensaje claro de que tener de enemigo a occidente no le interesa a nadie, es un aviso muy claro de que la sartén sigue estando del lado americano y europeo.

Y es que ayer vimos cómo China ha agachado la cabeza, porque Biden que tenía que viajar a tierras de Xi Jinping, no lo hizo, fue Blinken quien acudió, una señal de poco respeto, por no decir nulo, entre presidentes. Biden mandó a su segundo al mando restándole importancia al encuentro con China, en su propio suelo, y no contento, tras 24 horas desde el encuentro Blinken-Xinping, y estando en la Casa Blanca, llamó dictador al mandatario chino. Sin duda, una muestra de fuerza y avasallamiento.

El miedo al Big Crash mundial empaña el nacimiento del Centro Nacional de Tecnología de Semiconductores

Por lo tanto, el Centro Nacional de Tecnología de Semiconductores es simplemente el aviso de que se han sentado las bases y que el futuro sigue hablando inglés, al menos, mientras la economía lo permita, porque ahora es el gran objetivo de Biden y de la FED para que la rueda siga girando. China, para su desgracia y como ya hablamos, acaba de retroceder 10 años en semiconductores y solo le queda su industria de renovables y automotriz, además de su fuerza manufacturera tecnológica, algo que lo que ya están trabajando desde los países de la UE y desde la propia Casa Blanca para enmendar con aranceles y zancadillas varias.

Cuando creíamos que occidente caería, los movimientos han hecho que resurja. Solo el temido "Big Crash" que muchos vaticinan en meses podría empañar el impulso que tanto EE.UU. como la UE hemos cogido. Y es que ya asentado casi todo, el tema económico mundial y occidental es lo que más preocupa dejado atrás el problema de los chips, al menos, de momento.