CPUs ‘Made in Rusia’ duplican su precio: escasez y problemas de logística

Si la independencia de Rusia pasaba por fabricar sus propias CPU en casa, parece que a medida que está pasando el tiempo, se está convirtiendo en algo insostenible en términos de precio. Según los informes, se indica que el país ya está sufriendo escasez de CPU debido al notable aumento de la demanda. Hay que recordar que, debido a su guerra con Ucrania, Rusia tiene prohibido acceder a productos de AMD o Intel, además de prácticamente cualquier otra compañía extranjera. Eso sí, prohibido de manera "legal".

Debido a ello, la adopción de los procesadores de Baikal Electronics ha llegado a un punto que prácticamente ya están vendiendo los restos. Si bien se están fabricando estas CPU en masa en la actualidad, los costes de fabricación han aumentado. A ello se le suma que la logística se ha complicado, y que como la demanda es tan elevada, todo ello ha dado lugar a que estas CPU hayan llegado a ver su precio multiplicado por dos. Hay que recordar que estas CPU se están empleando para ordenadores de consumo, servidores y sistemas de almacenamiento rusos.

Desde principios de año, el precio de las CPU fabricadas en Rusia no ha dejado de subir

CPU Rusa Baikal BE-S1000

Estos informes indican que, desde que arrancara el año, el precio de estas CPU fabricadas en Rusia no han dejado de subir. Con las prohibiciones existentes en Rusia y Bielorrusia, en cuanto a la importación de productos, existe una gran dependencia de la producción local, la cual no es capaz de satisfacer la demanda del mercado. Es por ello que también se está recurriendo al hardware "ilegal".

"Los precios de las CPU diseñadas por Baikal Electronics y MCST han aumentado considerablemente desde principios de año", indicaron fuentes de la cadena rusa de suministro de PC citadas por el medio local Kommersant.

"La producción de chips rusos en fábricas extranjeras se ha vuelto más compleja, lo que ha alargado las cadenas logísticas y, en consecuencia, ha aumentado el coste del componente final", declaró Sergey Ovchinnikov, director ejecutivo de Norsi-Trans, fabricante de servidores y sistemas de almacenamiento. También afirmó que "el precio de las CPU nacionales se ha duplicado desde principios de año".

El problema de todo, que lo que aumenta de precio es un hardware obsoleto

CPU rusa Baikal BE-S1000 - diagra

Para hacernos una idea, la CPU Baikal Electronic P5600, de doble núcleo, costaba en el 2018 3.990 rublos, unos 46 euros al cambio. A día de hoy, ya cuesta 8.900 rublos (102 euros), viendo así aumentado su precio en nada menos que un 123%. A la hora de la verdad, estos precios se pagan, ya que no pueden acceder a ningún otro producto. Estas CPU son esenciales no solo para equipo informático de uso cotidiano, sino también para otros dispositivos como pueda ser un simple cajero.

Un representante de Baikal Electronics dijo que esta inflación de precios se relaciona con la venta de inventario más antiguo, sobre el cual la compañía no tiene control. Por su parte, otro fabricante local, MCST, se obtuvo de realizar cualquier tipo de comentario.

"En tal situación, la fijación de precios es totalmente a discreción del socio y cae bajo su jurisdicción", diijo portavoz de Baikal. MCST se abstuvo de hacer comentarios, al igual que ChipDip.

Por otro lado, Maxim Koposov, director ejecutivo de Promobit (fabricante de PC, servidores y subsistemas de almacenamiento), se quejó de que todos los chips de Baikal Electronics y MCST se han encarecido. Citó el aumento de la demanda y la oferta limitada como las razones para ello. También añadió que "cada vez más empresas anuncian productos basados en procesadores rusos". Mientras tanto, la mayoría de esos sistemas no pueden fabricarse en grandes cantidades debido a la escasez de chips. Como consecuencia, los fabricantes rusos de PC y servidores dependen ahora sobre todo de las importaciones grises de procesadores x86.

"Por ejemplo, nosotros hemos lanzado una gama de productos basados en x86", afirma Koposov. "Nadie quiere trabajar con pérdidas o sin beneficios. Sobre todo ante la posibilidad de incluir productos basados en componentes extranjeros en el registro del Ministerio de Industria y Comercio"