Alemania abre un procedimiento administrativo a ChatGPT, podrían bloquearlo

Tras Italia y España llega Alemania a preguntarle a OpenAI sobre ciertas cuestiones de rigor. No está gustando en Europa lo que hace ChatGPT y en Alemania está todo muy en el aire. Y es que los alemanes mediante varios estados federales le están exigiendo a la empresa una serie de respuestas que parece que no llegarán nunca, abriéndose la posibilidad a un bloqueo en suelo teutón.

Alemania está con la mosca detrás de la oreja con ChatGPT. Y es que todo lo que se va conociendo sobre esta IA es, por ahora, demasiado oscuro. Fuera de su rendimiento, de lo bien o mal que funcione, los reguladores tienen muchas preguntas acerca de cómo trata los datos, y ahí está todo el problema ahora mismo, porque la empresa no está poniendo las cosas fáciles precisamente.

Alemania abre un procedimiento administrativo a ChatGPT y lanza preguntas

ChatGPT

El procedimiento, según se informa desde la propia Alemania, es coordinado por el grupo de trabajo de IA en los estados federales. Así, estás autoridades estatales de protección de datos han decidido abrir dicho procedimiento administrativo para hacerle llegar una serie de preguntas y cuestiones a OpenAI mediante una carta conjunta.

¿Qué le quieren preguntar Alemania a OpenAI sobre ChatGPT? Pues hay varias cuestiones encima de la mesa, pero la que más interesa y la más preocupante es sin duda la privacidad de los datos. Para ello, Alemania quiere saber algo muy específico como son los datos que utiliza OpenAI para entrenar los modelos. ¿Para qué quiere saber un estado federal esto?

Muy sencillo. Dieter Kugelmann, responsable estatal de protección de datos de Renania-Palatinado lo cuestiona de la siguiente forma: "Si se utilizan datos personales, también como datos de entrenamiento para la IA, se requiere una base legal". La petición en este caso es simple. La respuesta... No tanto.

Alemania puede prohibir y bloquear a ChatGPT

Europa policia ChatGPT IA

Además de este dato clave sobre dichos datos personales y los modelos de entrenamiento, Alemania quiere más control, es decir, OpenAI tendría que controlar a ChatGPT de manera más precisa para que las operaciones que haga con los datos sean totalmente legales y compatibles con la legislación vigente alemana.

El problema no es ChatGPT como tal, sino la postura de OpenAI ante estas peticiones. No en pocas ocasiones la empresa ha dicho por activa y por pasiva que cualquier gobierno o entidad debe olvidarse de la idea de conocer la composición de los datos con los que entrena a ChatGPT. Es decir, son parte del secreto comercial, una especie de tecnología de aprendizaje que OpenAI considera imprescindible y de alto valor.

Por lo tanto, la disputa en el caso de Italia, España y Alemania no parece que se saldará con buenas acciones para la empresa, puesto que Francia e Irlanda también tienen preguntas. La UE ya está abordando este problema y se habla de una prohibición general en los 27, multas o requisitos de eliminación de datos para el entrenamiento si lo que se quiere es un marco legal estable que permita a ChatGPT funcionar en suelo europeo.

Algo que parece cada vez más lejos ante la postura de silencio empresarial de OpenAI. Por lo pronto, ChatGPT tiene la mirada de Alemania en la nuca, veremos si tiene que apretarse finalmente el gatillo o no.