Thermalright HR-10 2280: enorme disipador para refrigerar tu SSD

Thermalright anunció el lanzamiento de un nuevo sistema de refrigeración para SSD de alto rendimiento, el HR-10 2280. Este se trata del hermano mayor que vimos el año pasado, el HR-09 2280 Pro, con la salvedad de que no llega con un diseño tan aparatoso a nivel de altura. Tal y como su propio nombre sugiere, este disipador está diseñado para las unidades de almacenamiento NVMe M.2 2280.

No hay mucho misterio sobre lo que ofrece la compañía. Nos encontramos ante un generoso radiador de aluminio fijado sobre un disipador de aluminio que hace contacto directo con el SSD por medio de unos heat pipe de cobre. En concreto, el disipador ofrece dos heat pipes de 5 mm de espesor cada uno y dispersan el calor generado por medio de las numerosas aletas de aluminio. Es ahí donde el propio caudal de aire interno del sistema ayuda a disipar todo el calor que se acumula en las aletas.

En concreto, este sistema de refrigeración cuenta con unas dimensiones de 90,3 x 23,7 x 43,8 mm de alto con un peso de 85 gramos. Por desgracia, la compañía no ofrece ningún tipo de ejemplo relacionado con las ventajas térmicas que aportan este disipador respecto a las soluciones de fábrica, o los disipadores que ya integran de serie las placas base.

El Thermalright HR-10 2280 normaliza los disipadores sobredimensionados para SSD

Thermalright HR-10 2280

Con este nuevo sistema de refrigeración, se confirma lo que ya se sabía, y es que los nuevos SSD de alto rendimiento con interfaz PCIe 5.0 tendrán un gran impacto en el sistema a nivel de temperaturas. Para evitar que un sobrecalentamiento de la unidad afecte a su desempeño, las compañías están apostando por sistemas de refrigeración que nunca antes habíamos visto para un SSD.

Para uso gaming, es evidente que un Thermalright HR-10 2280 es una opción desproporcionada. Sería extraño sufrir un thermal trolling y con ello, una disminución del rendimiento. Eso sí, pensando en un uso profesional, donde al SSD se le exprime el máximo rendimiento que es capaz de aportar, durante un prolongado tiempo de uso, es evidente que estos sistemas de refrigeración evitarán que el rendimiento se vea limitado con el tiempo de uso. También hay que tener en cuenta que estos sistemas de refrigeración tienen otra ventaja: ampliar la vida útil del propio SSD.

Thermalright HR-10 2280

En esencia, no es lo mismo tener un SSD trabajando siempre a temperaturas límite, que a una temperatura "idónea". Esto implica que la degradación del SSD será mucho menor. A menor degradación, la vida útil de la unidad de almacenamiento será mayor. Por desgracia, la compañía no aportó ninguna otra información respecto a la unidad.

Thermalright se limitó a ofrecer unas imágenes del disipador, reveló sus dimensiones, y aquí se acaba toda la información. Tocará esperar para conocer lo más importante, y es el precio que tendrá este sistema de refrigeración cuando llegue al mercado.