Las sanciones a Rusia no frenan la llegada de móviles, CPU y portátiles, ¿quién los envía?

No hay manera de frenar lo que parece irrefrenable, porque como dice el dicho "hecha le ley, hecha la trampa", y en esa está Rusia contra EE.UU. y Europa. Según informan desde el país de Vladimir Putin, los componentes y productos tecnológicos siguen llegando, no sin problemas, a las fronteras rusas. Los usuarios pueden comprar desde iPhone hasta procesadores Core 13 de Intel, y además, ha entrado en escena la maquinaria china para ayudar a su aliado. ¿Es solo China la que manda CPU a Rusia? ¿Cómo lo hacen si están bloqueados por EE.UU.? Pues porque hay más actores en la historia...

Un escenario mundial complejo que evidencia el hecho de que ponerle puertas al mar o al campo no suele salir bien si antes no has tomado decisiones mucho más drásticas. Dos informes ponen el foco en porcentajes curiosos, donde las marcas nacionales están haciéndose hueco gracias al apoyo de China.

Las sanciones a Rusia no frenan la llegada de móviles, CPU y portátiles

Placa Base CPU Rusia

Las marcas extranjeras controlan más del 90% del mercado ruso en pleno 2022, cuando esto tenía que haber descendido mucho, mientras que menos del 9% restante son marcas del propio país, lo que supone un incremento interesante. Comenzando con los procesadores, los envíos de AMD se redujeron a la mitad, pero, en cambio, los de Intel se incrementaron en un 9%, lo que unidos todavía suponen el 90% del mercado. ¿Es China la que está enviando todas estas CPU a Rusia? Hay más actores en la historia.

Este hecho tiene un precio que se están cobrando países como Turquía o Emiratos Árabes: los precios de los procesadores son un 6% más caros... Y subiendo. En cambio, el volumen de procesadores de otras empresas aumentó en 2,5 veces hasta las 102.000 unidades. Lógicamente y aunque no se especifica por precaución frente a EE.UU., en dicho informe se comenta que otros fabricantes de procesadores están aumentando sus acciones en suelo ruso, aunque todavía no afecta a Intel y AMD, pues sus CPU no podrán ser reemplazadas en el corto plazo.

Esto evidencia que China está suministrando procesadores a Rusia, y de ahí las sanciones que recibirá en más empresas y sectores del gobierno americano, algo que podría extenderse a Turquía y Emiratos Árabes si siguen así.

La maquinaria de fabricación de tecnología se pone en marcha... Gracias a China

China-chips-Rusia-fallos

Las marcas nacionales están viendo cómo sus compatriotas ven con buenos ojos productos diseñados en su país natal. El problema es que no son fabricados en Rusia, sino en China, en un acuerdo secreto que parece hacerse cada vez más visible. Huawei y Lenovo siguen vendiendo en el país de Vladimir Putin, pero al jerarca ruso le interesa impulsar sus sectores, y por ello, están fabricando en el país de su socio a precios muy bajos.

“La segunda razón para ensamblar computadoras portátiles rusas en el país y no revender las chinas es la capacidad de control del proceso de producción, la independencia en los precios y la formación de una estrategia de promoción, en particular, el presupuesto de marketing, la política publicitaria, etc." dijo Alexander Surkov, jefe del centro de análisis de GS Group.

Hay que tener en cuenta que desde 2020 y la pandemia, las marcas rusas van en una gran escalada de cuota de mercado frente a las asiáticas o americanas. En dicho año controlaban el 3% del mercado, en 2021 subieron al 6% y ya en 2022 fueron por el 9%, lo cual es mucho:

El cambio en la demanda hacia los ensambladores rusos locales se nota en la categoría de ordenadores. Por ejemplo, la marca iRU ocupó la primera posición en Citylink en 2022 en cuanto a ventas de computadoras a piezas desde el primer trimestre. El interés en los fabricantes rusos en esta categoría continuará”, se dijo a CNews en Citilink.

El problema que tiene Rusia y China es que siguen dependiendo de la tecnología estadounidense, en concreto de Intel, AMD y Apple, por lo que conforme se vaya cerrando el cerco a los países realmente les irá costando más y más acceder a procesadores y productos baratos. Cortar el tráfico negro o gris es casi imposible, así que lo único que se puede hacer es bloquear a los países a base de sanciones o de acuerdos mutuos, de manera que las importaciones sean más complejas y costosas, bajando de paso el número de unidades de CPU filtradas a Rusia desde China y sus demás aliados.