Microsoft usará algas para reducir sus emisiones de carbono en 2030
Ya empieza a hacer calor y aún falta bastante para verano, pero como suelen decir, el cambio climático es una realidad. Controlar la contaminación y emisión de carbono es algo que Microsoft se toma muy a pecho, pues ya lleva unos meses lanzando actualizaciones "eco-friendly" en las Xbox. De hecho, en la última que lanzó, permitía programar descargar para realizarlas durante la noche. Microsoft busca reducir la contaminación y conseguir llegar a un estado de carbono negativo en 2030 y las algas podrían ser la nueva forma de conseguirlo.
Cada vez que sale hardware nuevo en PC, nos sorprende ver como el consumo de este es incluso mayor que antes. Nos hablan de eficiencia energética, pero muchos usuarios solo se fijan en el consumo máximo. Aquí es donde una RTX 4090 y sus 400W nos tiran hacia atrás y en el caso de las consolas ya hablamos de unos más comedidos 200-250W para el sistema completo. Tanto la PS5 como la Xbox Series X rondan esa cifra y además tienen un modo reposo donde casi no gasta nada. Al menos en el caso de PS5, pues en Xbox este modo reposo hizo saltar las alarmas a Microsoft hace unos meses.
Microsoft quiere alcanzar un estado de carbono negativo en 2030
Microsoft lleva ya un tiempo lanzando actualizaciones para Xbox para reducir su consumo y reducir la contaminación. Esto es solo una parte del plan de la compañía, ya que esta tiene un objetivo bastante complicado de conseguir: alcanzar un estado de carbono negativo en 2030. Esto implicaría eliminar más carbono del que se emite. Aún faltan 7 años para que llegue la fecha indicada, pero Microsoft ya anunció en 2021 como estaba orgullosa de haber eliminado más de 1.000 millones de toneladas de dióxido de carbono.
A grandes rasgos, cada año Microsoft construye entre 50 y 100 centros de datos cada año para dar soporte a tecnologías y servicios en la nube. Estos requieren una enorme cantidad de energía para funcionar y al final son un problema para la huella de carbono y el objetivo que quiere lograr la compañía.
Utilizará algas para evitar que el carbono llegue a la atmósfera
Microsoft considera las emisiones de alcance 3 son las más difíciles de eliminar. Y es que, estas corresponden a todas aquellas emisiones producidas de forma indirecta. Para ayudar a controlarlas, Microsoft ha contactado con Running Tide, una empresa especializada en el ciclo del carbono, la cual ha decidido emplear algas para cumplir el objetivo. El fundamento es conseguir pasar del ciclo de carbono rápido al ciclo del carbono lento. Esto significaría poder conseguir atrapar el carbono en el ciclo lento que tarda millones de años en completarse, evitando así que este llegue a circular en la atmósfera.
Para conseguirlo, el procedimiento se basa en desplegar unas boyas con algas compuestas de piedra caliza y materia forestal a cientos de kilómetros de la costa. A medida de que estas se descompongan, las algas en su interior empezarían a crecer y se eliminaría el CO2 de la atmósfera mediante la fotosíntesis. Con el paso del tiempo, habrá llegado a un punto donde la degradación será lo suficientemente alta para que las boyas se hundan en el fondo del océano.
Si se alcanza suficiente profundidad, el carbono será retenido debido a la elevada presión del agua, consumido por los peces o enterrado bajo los sedimentos. Cualquiera de esas tres opciones resulta viable a la hora de conseguir pasar al ciclo lento de carbono y así evitar que este circule a la atmósfera. Según la compañía, con esta técnica lograrán retener el carbono atrapado durante cientos de años.