Google Bard se aprovecha de la información de ChatGPT sin autorización

Parece que Google está en problemas después de anunciar su chatbot Bard, ya que hay fuertes acusaciones de "estafar" a OpenAI, la compañía detrás de ChatGPT. Según se informó desde The Information, esto le ha costado bastante caro a Google, ya que un "destacado" investigador de IA de Google ha dimitido de la empresa tras darse a conocer la información. En concreto, este investigador advirtió de que el propio Google Bard se ha estado aprovechando información del ChatGPT de OpenAI sin autorización.

De esta forma, todo lo que rodea al chatbot de Google empieza con mal pie. En concreto, su debut fue limitado y con un funcionamiento errático. Esto estuvo incentivado por Microsoft, compañía que ha invertido una gran cantidad de dinero en OpenAI. De esta asociación, Microsoft pudo integrar el chatbot de ChatGPT tanto en su navegador Edge como en su buscador web Bing. Debido a ello, Google tuvo que lanzar su producto a medias. Ahora tampoco ayudan estas acusaciones y la pérdida de dicho "destacado" investigador de IA.

Para más inri, este investigador, Jacob Devling, se ha unido a OpenAI para trabajar en ChatGPT, tras descubrir que Google utilizaba "en gran medida" información de ShareGPT. Este se trata de un sitio web que analiza las conversaciones mantenidas con los modelos de chat de OpenAI. Microsoft tiene una licencia exclusiva para utilizar ChatGPT con fines comerciales, por lo que a Jacob le preocupaba que Google estuviera violando las condiciones de servicio de OpenAI al utilizar los datos de esta forma. De confirmarse, podría exponer a Google a demandas judiciales.

Google Bard se aprovecha de ChatGPT, pero... ¿Qué pasa con OpenAI?

Google Bard

La ironía de estas acusaciones, es que todos los chatbot crean contexto a partir de contenido "prestado" de la Internet pública. En concreto, todo ello sin licencia de artistas, escritores y otros tipos de creadores de contenido humano. Es más, sin irnos lejos, esta misma semana se le acusó a Google Bard de plagiar información copiándola directamente de las páginas webs.

Bill Gates, cofundador de Microsoft, describió recientemente la reciente ola de innovación en IA como el próximo gran movimiento en tecnología. Microsoft ha aprovechado esta oportunidad para desbancar a Google, su eterno rival en las búsquedas, incorporando la IA a prácticamente todos sus productos. Ya hemos visto que Microsoft integrará la IA en antivirus, tenemos IA en la suite de ofimática Office, e incluso tendremos un Windows 12 con IA.

La prisa desordenada por aprovechar este avance de la IA ha dado lugar a una oleada similar de preocupaciones, con informes que afirman que la IA podría provocar la pérdida de hasta 300 millones de puestos de trabajo. Justo en el día de ayer, los investigadores fueron más allá en un futuro distópico donde la IA podría ser un peligro para el ser humano.

Ya sea Google o Microsoft, los beneficios de los accionistas son lo único que realmente importa a estas grandes empresas. No es descabellado esperar más prácticas turbias por parte de todas las empresas interesadas en la IA. Todo ello en aras de hacer grandes cantidades de dinero. Eso sí, Microsoft anunció unos vagos planes para compensar a los creadores de contenido que han "contribuido" a las respuestas de Bing Chat. Todo ello se traduce en ofrecer un enlace a la web empleada para recopilar información.