EE.UU. cabrea a Corea del Sur con la Ley CHIPS, ¿se acabó la inversión en China?

La Ley CHIPS sigue dando de qué hablar después de que conociéramos todos los requisitos que pedía la administración Biden para aquellas empresas que quieran hacerse con buenos millones "gratis". Pero ya comentamos que precisamente el dinero no sería gratis, que había una serie de parámetros y restricciones a cumplir, por lo que esto no ha sentado bien a según qué empresas y países, entre ellos Corea del Sur, Samsung y SK Hynix.

Pues sí, EE.UU. está enfadando a todo y a todos con su cruzada particular contra China para seguir dominando la economía mundial. El gigante asiático se ha vuelto la principal preocupación internacional y económica de la administración Trump y ahora la administración Biden, por lo que están cortando el grifo hacia todo lo tecnológico y eso incluye a sus socios estatales y a sus empresas.

EE.UU. cabrea a Corea del Sur por la Ley CHIPS

Joe-Biden-y-Pat-Gelsinger

¿Qué tiene que ver Corea del Sur en una Ley para fomentar el desarrollo de los chips en Estados Unidos? Pues mucho, como otros tantos países. Corea del Sur es uno de los países más avanzados del mundo en chips, tanto para procesadores, pero sobre todo, para memorias de todo tipo. Samsung y SK Hynix compiten con otros gigantes y el problema es que habían lanzado proyectos para abrir FABs en suelo americano cogiendo diversos fondos de dicha Ley CHIPS for America.

Pero claro, EE.UU. primero puso la golosina del dinero a las puertas de todos ellos, y ahora antes de cogerlo ha soltado las cláusulas abusivas, y si no se cumplen o se dice que se cumplirán y no se hace, o no se da el dinero, o se pedirá de vuelta.

Teniendo en cuenta lo agresiva que está siendo la administración Biden los fabricantes están leyendo al dedillo dichas cláusulas y a Corea del Sur no le están saliendo las cuentas al parecer.

Samsung y SK Hynix tendrían que salir de China por la Ley CHIPS

Samsung-SK-Hynix

Y es que como vimos esta semana dicha Ley impide expandirse en China a las empresas que cojan dinero público del contribuyente americano. Pero también limita el realizar proyectos, colaboraciones, información, personal y muchas otras pequeñas cosas que, en definitiva, vinculan a la empresa de marras con todo lo americano y nada de lo chino.

Esto también incluye a Rusia, por cierto. Todo esto supone que Samsung y SK Hynix tendrían que salir progresivamente de China al no poder actualizar sus FAB con equipos o personal, por ejemplo. Implica que SK Hynix tendría que parar el proceso de compra de la FAB de NAND Flash de Intel en Dalian, una provincia china, o que Samsung tendría que dejar obsoletas las fábricas de Xi'an y Suzhou, dejándolas destinadas a procesos que ahora son más o menos punteros, pero que en 10 años serán obsoletos para chips de bajo coste y alto volumen.

Dos estrategias que no casan con lo que están buscando ambas compañías y que están tensando la relación con EE.UU. y la posibilidad de expansión en su territorio. ¿Entrarán por el aro de Biden para construir dichas FAB y cortarán relaciones con China en los próximos 10 años? Japón, Taiwán y Europa han accedido, con no sabemos que pretextos o ventajas por parte de los americanos.

El acuerdo de estos con sus socios no ha salido a la luz, pero seguro que no es barato y la coacción aquí no sirve, sobre todo en el caso Taiwanés y europeo, porque el primero podría estar protegido por el segundo en vez de con EE.UU. y la UE podría no suministrar escáneres de ASML a Intel y TSMC si se siente bajo presión. Un triángulo complicado del que quizás algún día sepamos qué se firmó para bloquear a China e ir saliendo del mercado más grande y lucrativo del mundo.