Corea lanzará su Ley CHIPS ante el empuje de EE.UU., China y Taiwán
El mundo de los semiconductores se recrudece tras haber quitado EE.UU. el velo a su Ley CHIPS. Incluso las empresas americanas han levantado la voz, pero son las de Taiwán y Corea del Sur las más molestas con todo esto. El problema es que si se quiere acceder al dinero público que brinda la administración Biden, estos exigen a las empresas una serie de requisitos que hasta ahora se consideraban secretos comerciales... Y las empresas extranjeras no están por la labor, así que Corea está trabajando en su propia Ley CHIPS.
Taiwán está más sometida al yugo yanqui por la protección militar, así que no está siendo muy crítica dado que no promete nodos de vanguardia en suelo americano, aunque sí muy competentes. Corea del Sur no tiene el mismo problema que sus vecinos, por lo que están directamente consternados sobre la información que se les va a pedir.
Corea del Sur está descontenta y puede que no solicite los subsidios
Hasta ese punto llega el problema en suelo coreano. Además, como la Ley CHIPS for America les impide parcialmente la expansión en suelo chino, y gran parte de la producción de sus memorias proviene del país de Xi Jinping, el entuerto es doblemente preocupante.
Este es un argumento secundario con el que volveremos más adelante, pero el principal es que como parte del proceso de adquisición de los subsidios americanos , el Departamento de Comercio de EE.UU. exige que toda empresa que quiera hacerse con ellos presenten datos clave que normalmente no se facilitarían en ningún caso. Estos son algunos de ellos:
- Capacidad de producción de la FAB.
- Proyecciones de tipos de obleas.
- Rendimiento de dichas obleas.
- Tasa de utilización total y parcial.
- Precios a los que se proyectan y negocian las obleas.
- Indicadores de rentabilidad varios.
- Volúmenes de producción.
No hay que saber sumar para entender que estos datos son internos, pero el gobierno americano quiere saberlos por la llamada política de confiscación de las ganancias excedentes. Es decir, por si las empresas que adquieran subsidios están ganando más dinero del que deberían y lo están ocultando al fisco americano.
El problema llega hasta tal punto de que SK como Grupo, puede que decida no optar por los subsidios y terminar la FAB en suelo americano de su filial SK Hynix.
Ley CHIPS de Corea del Sur, el juego acaba de comenzar
Ya vimos lo que planeaba el gobierno con Samsung, pues bien, la apuesta va a subir en breve y todo gracias a los controles que hemos visto por parte de la administración Biden. Lo que han conseguido es que Corea del Sur reaccione y se mueva para empujar a todas sus empresas de manera que se incentive la inversión interna todavía más.
Lo poco que se sabe por ahora es que habrá un gasto inmenso de 92 mil millones de dólares, casi el doble de la Ley CHIPS for America, solo para el Grupo SK. Se habla de exenciones fiscales masivas para mantener a las empresas del país, que si no vamos mal encaminados, deberían ser de miles de millones.
De la noche a la mañana, Corea del Sur ha eclipsado en inversión a EE.UU., Europa y China juntos. La suma total baila demasiado porque ahora sí que son todo rumores. Ya no es solo inversión semi pública, ahora llega el gobierno a poner la cartera y a hacer un despliegue jamás visto para dominar el mundo de los semiconductores con Samsung y SK Hynix como la punta de la lanza. Por lo pronto, son más de 300 mil millones de dólares, que podrían ser más, realmente impresionante.