El coche eléctrico se desinfla en Europa: Alemania bloquea in extremis el veto a los coches de combustión

Varapalo alemán al coche eléctrico, no hay otra forma de verlo. Los alemanes no ven claro lo que se había fijado como hoja de ruta tras el esperpento que suponen los coches eléctricos en la actualidad. La delegación teutona ha bloqueado con su voto en contra, unido al de Italia, Hungría y Polonia la aprobación de la normativa europea para terminar con los coches de combustión en 2035. ¿Europa está despertando de su "mundo ideal futuro"?

Solo quedaba el voto de rutina para terminar con un acuerdo que ha llevado tres años de debates en el seno de la UE... Y de repente llega el varapalo. Todo se ha desmoronado y tendrá que ser revisado una vez más, porque cuatro países liderados por Alemania han dicho un rotundo no a la normativa que pretendía prohibir los coches de combustión en 2035.

Alemania se planta: rompe el veto al coche de combustión de 2035

Olaf-Scholz

La mentira del coche eléctrico, su viabilidad, el depender de China y Asia en general para todo lo que tiene que ver con materiales y recambios de baterías y un sin fin de despropósitos de un proyecto de ley que condenaba a Europa a ser, no segunda, sino una tercera potencia mundial en automóviles parece que ha llegado a su fin.

Hoy se tenía que dar luz verde al acuerdo interinstitucional entre el congreso de la UE, los gobiernos y la comisión, pero no va a ser así. En el último instante Alemania ha dicho que no, ha puesto tierra de por medio y ha bloqueado el acuerdo oponiéndose deliberadamente con un argumento de peso: la posibilidad de utilizar combustibles ecológicos para ser, como espera la UE, neutros en carbono en el año 2050.

Lógicamente no estaba sola, ya que Italia, Hungría y Polonia no compraban la retórica de la cámara del Congreso Europeo sobre este tema, así que ya son 4 de los 27 los que se oponen a un acuerdo que tendrá que ser revisado una vez más.

Úrsula Von der Leyen tendrá que actuar para salvar el acuerdo

Úrsula-Von-der-Leyen

Recordemos que la directiva y normativa especificaba que a partir de 2035 todos los coches que se vendan en la UE no podrán emitir nada de CO2, lo que no se inclina, directamente por supuesto, sobre el coche eléctrico, pero sí facilita la transición hacia este en contra del motor de combustión.

"Si la Comisión tiene una posición creíble en sus conversaciones con los ministros y el Gobierno alemán, soy optimista sobre las posibilidades de encontrar una solución", dijo ayer el secretario de Estado de Economía y Acción Climática, el ecologista Sven Giegold.

Los llamados e-fuels, los combustibles ecológicos y neutros en carbono, son un enfoque más flexible sobre el tema a tratar, porque tecnológicamente se considerarían eso, neutros, que es una de las partes del acuerdo, pero lo que Alemania quiere esquivar es precisamente la parte que dice que no podrán emitir ni un gramo de CO2, algo que un motor de combustión con e-fuel sí que hace.

El coche eléctrico tiene la batalla ganada aquí, junto con la pila de hidrógeno como tecnología a desarrollar, así que los cuatro países que se oponen a esta normativa intentarán, al parecer, modificar el contexto general de la misma para que se redacte especificando la neutralidad de las emisiones y no la ausencia de ellas.

Garantías más allá de 2035 para el coche de combustión

Prohibición-coche-de-combustión-UE-2035

Por ello, Berlín exige garantías adicionales sobre la propuesta para que los coches de combustión se puedan utilizar y vender más allá de 2035 sin esperar a la revisión de la normativa que está prevista para 2026, es decir, dentro de poco más de dos años y medio.

Dinamita en el seno de la UE ante una normativa que en gran medida hace esclava a la UE de China y de EE.UU. con compañías como CATL o la misma Tesla e incluso Ford, que son las únicas que van a disponer de recursos minerales como tierras raras y otros compuestos escasos para fabricación de baterías, principal escollo en los vehículos eléctricos, así como en su precio final. Europa, por fin, parece entender hacia dónde tiene que virar, al menos a partir de 2035.