Los SSD PCIe 3.0 son casi tan rápidos como los PCIe 5.0 en DirectStorage
No hay duda de que el escalar rendimiento es una constante en el mundo de los SSD. La capacidad, debido a los problemas con las NAND Flash y su evolución se ha estancado, por ello, la velocidad es el factor más de moda en estos momentos. Cuando hablamos de velocidad en un SSD, en breve, también tendremos que hacerlo en el marco de DirectStorage, lo último de Microsoft para gaming, puesto que se dijo en su momento que necesitaríamos un SSD PCIe 4.0 o 5.0 para sacarle partido, y no un PCIe 3.0. ¿Qué hay de verdad en esto?
Por ahora solo hay un juego con soporte real para Microsoft DirectStorage, el famoso Forspoken, y ya sabemos lo que significa ese título en cuanto a rendimiento, optimización y gráficos. Puede que no sea la mejor opción para comparar la tecnología de Microsoft, pero sí que servirá de adelanto para futuros juegos.
DirectStorage en SSD PCIe 3.0 vs 4.0 vs 5.0, ¿se nota la diferencia de ancho de banda?
La versión 1.1 de esta API sin duda está trayendo titulares por todo el mundo. Tiempos de carga casi inexistentes, una mejora en el algoritmo de compresión y descompresión por GPU y un mejor trabajo con la CPU, descargándola de esta tarea son algunas de las ventajas de DirectStorage.
Pero, ¿cuánto influye el ancho de banda y el rendimiento de un SSD con distintas versiones del PCIe? Pues desde el canal de Compusemble han hecho una comparativa lo más justa posible dadas las restricciones existentes en el momento actual, donde los SSD PCIe 5.0 no han llegado de forma masiva al mercado, y siendo Forspoken el único juego real y lanzado compatible.
¿Cuánta carga logra reducir en la CPU? ¿Se pierden FPS por el camino entre las distintas interfaces del bus y los distintos rendimientos? Si es así, ¿cuánta diferencia hay entre ellos? Pues vamos a comprobarlo.
Una diferencia porcentual muy alta, que en la práctica es nada
Se le puede dar el valor que se precie entre uno y otro, se puede pensar que las diferencias de rendimiento son muy amplias, que lo son sin duda, pero viendo el vídeo de arriba, se verá que en la realidad los tiempos son de apenas un segundo más. Y eso es prácticamente el tiempo de un parpadeo. Dicho esto, hemos de decir que quien tenga un SSD PCIe 3.0 puede estar muy tranquilo al respecto, siempre que no sea extremadamente exigente.
Y es que la media en los tiempos de carga con este tipo de SSD ha ascendido a 13,838 segundos. En cambio, un 990 Pro (muy controvertido últimamente) logra 10,872 segundos, por los 10,483 segundos del SSD con Phison E26 como controladora.
Porcentualmente hablando y redondeando los datos, el SSD de ADATA (PCIe 3.0) es un 32% más lento que el PCIe 5.0 y un 31% más lento que el PCIe 4.0. Un GAP muy grande sin duda, pero releja solamente 3 segundos en un total de 13, lo que por norma es apenas medio segundo de diferencia por cada una de ellas.
Dado el consumo mayor y temperaturas desmesuradas de los PCIe 5.0 actuales, y sus precios, que tampoco hay que olvidarlo, porque no pintan nada baratos según las últimas filtraciones... ¿Merecen la pena frente a uno PCIe 4.0 e incluso PCIe 3.0? Que cada uno valore, pero pensad que estas diferencias podrían ser mayores (también menores, por supuesto) en otros títulos, algo que sabremos conforme avance el año.