Intel, AMD y TSMC, máxima tensión por el dinero de la Ley CHIPS
La sangre llegará al río casi con total seguridad. Las previsiones están fallando y todo el mundo repliega velas donde puede y pretende atracar el barco donde haya tierra, agua y alimentos. Como si fuesen piratas en busca del tesoro, Intel, AMD y TSMC se están lanzando reproches y acusaciones veladas sobre lo que consideran "un reparto justo" para sus inversiones de dinero público dentro de lo que serán los 52 mil millones que ha puesto sobre la mesa el gobierno de Biden con la Ley CHIPS.
Como suele ser habitual, el mayor de ellos, Intel, lanzó la primera piedra para calibrar el impacto que tendrá el dinero público en sus cuentas, pero a diferencia de otras ocasiones ha tenido respuesta por parte de sus más directos rivales, ambos, muy unidos desde hace años.
Intel, AMD y TSMC en disputa abierta por el dinero de la Ley CHIPS
La disputa parece que la empezó Intel, la cual preguntó a varios funcionarios del gobierno de Biden sobre cuánto dinero les iba a aportar dicha Ley CHIPS a sus competidores, algunos de los cuales tienen la sede fuera del país americano. Además, añadió la puntilla de que es posible que la tecnología que se desarrolle en suelo estadounidense terminase, junto con la propiedad intelectual americana, fuera, en otro país.
A esta petición de los de Pat Gelsinger se unieron otros actores de la industria como GlobalFoundries o SkyWater Technology, los cuales lanzaron más preguntas a los funcionarios a raíz del despliegue de Intel, preguntando si las empresas extranjeras podrían seguir produciendo chips "en caso de crisis en su país de origen".
No hay que saber sumar para entender que todas las preguntas van referidas hacia TSMC y el conflicto entre Taiwán y China. La respuesta de los taiwaneses ha estado a una altura similar a la de sus críticos y lanzan un aviso a navegantes.
¿Está Intel y sus socios a la altura?
Básicamente es lo que quiso poner en tela de juicio TSMC, ya que sugirió que Intel es una apuesta arriesgada por el camino que debe recorrer todavía contra sus rivales más directos y sobre todo, porque TSMC va a invertir nada menos que 40 mil millones en Arizona para distanciarse aún más.
Además, contestó a las inquietudes suscitadas diciendo que "el trato preferencial basado en la ubicación de la sede de una empresa no es un uso eficaz o eficiente de la subvención". Cuchillos volando en USA ahora mismo y de repente, aparece AMD afirmando que “cualquier instalación que reciba asistencia federal debe estar operativa al finalizar la construcción. Una instalación que permanece inactiva o se mantiene en reserva para aumentos de la demanda debe perder inmediatamente cualquier fondo federal".
Un claro golpe a Intel y su nueva estrategia para sus servicios de fundición IFS. Aquí Intel se sintió claramente atacada y en una entrevista en Times respondió que la estrategia de construir y poner en funcionamiento se está siguiendo al pie de la letra en Arizona, Ohio y Nuevo México, por lo que el plan con las nuevas FAB es tenerlas funcionando a pleno rendimiento y "no solo construir estructuras"
Si este tema está ya bastante caliente, hay que esperar a la semana que viene cuando la administración Biden publicará lo que han llamado como las "reglas básicas para las solicitudes de la Ley CHIPS". Ahí sabremos los requisitos para cada tipo de proyecto y nos podremos hacer una idea de cuánto dinero podrían recibir cada uno de los implicados.