EE.UU. creará dos empresas más para fabricar chips antes de 2030
La diferencia entre ambos continentes no es solo cultural, es una forma distinta de pensamiento y de cómo se abordan los problemas de las industrias y la gente. No es que EE.UU. sea la panacea en todo, pero en hacer dinero y ser líderes sabe bastante, y por ello de la mano de Gina Raimondo la administración Biden va a coger el toro de los chips por los cuernos creando dos empresas más para fabricación y logística de los mismos, algo que en Europa ni soñamos por el momento.
Mientras en Europa estamos a verlas venir con los mayores fabricantes de chips, los cuales, o nos están pidiendo una barbaridad de dinero público, o directamente nos dejan plantados, en Estados Unidos no quieren depender de nadie y se mueven, eso sí, a base y golpe de talonario, como viene siendo habitual.
La Ley de CHIPS y de Ciencias entran en juego en un movimiento inteligente de Biden
Son 52 mil millones, insuficientes para el expresidente de TSMC y, sin embargo, van a dar para mucho. La semana que viene se producirá el tan ansiado evento de las solicitudes abiertas para que las empresas comiencen a recibir los fondos de las leyes para los semiconductores, y con motivo de ello, Gina Raimondo ha querido explicar cuál será el siguiente paso de su país y cómo van a enfocar todo este entuerto que no tiene a nadie contento, porque la Ley creará dos empresas desde la nada:
“Cada grupo incluirá un sólido ecosistema de proveedores, instalaciones de I+D para innovar continuamente nuevas tecnologías de procesos e infraestructura especializada”, dijo Raimondo a los estudiantes de la Escuela de Servicio Exterior de la Universidad de Georgetown. “Cada uno de esos grupos empleará a miles de trabajadores en trabajos bien remunerados”.
Este anuncio no va enfocado a los Intel, TSMC, Texas Instruments y otras empresas de turno, sino que lo hace hacia la creación de lo que han llamado "grupos de fabricación de semiconductores", dos en concreto. Estos grupos, que serán empresas semi-públicas (no está muy claro cómo lo harán) se van a encargar de producir chips de memoria avanzados en términos económicamente competitivos, según espetó Raimondo.
EE.UU. copia el concepto de Europa y lo implementa antes y de forma autónoma
El objetivo es el mismo que tiene Europa para con sus empresas, las cuales son punteras en muchos aspectos, pero la que está tirando del carro actualmente es la de la automoción o el militar, y la administración Biden también lo ve así:
“Las fábricas también ayudarán a satisfacer la necesidad de chips de la generación actual y de nodos maduros, más críticos para la seguridad económica y nacional. Estos son los chips que se encuentran en los automóviles, los dispositivos médicos y muchas de nuestras capacidades de defensa”
¿A cuento de qué sale ahora EE.UU. a competir en este segmento? Pues las críticas de Chang con TSMC parece que han sido oídas en plenitud en el gobierno americano. Biden busca no depender de Taiwán ante los constantes problemas que están poniendo los taiwaneses con el personal, los costes y sueldos, los requerimientos técnicos e incluso el suelo donde construir.
EE.UU. quiere competir con Taiwán de tú a tú a partir de 2030 con sus empresas de chips
Teniendo en cuenta que TSMC, en palabras de Raimondo, supone el 92% del volumen de chips mundial en cuanto a fabricación...
“Este es fundamentalmente un problema de seguridad nacional. Como dije, la Ley CHIPS trata de obtener una ventaja tecnológica, los controles de exportación tratan de mantenerla”.
Y claro, teniendo en cuenta que TSMC está en Taiwán y que China está a un tris de asaltar la isla, donde las tensiones están en un punto muy álgido, Raimondo y la administración Biden mueven ficha antes de que el conflicto estalle. Así lo expresó cuando fue preguntada sobre una posible invasión de China a Taiwán:
"No seas ingenuo con esto, China quiere la tecnología para mejorar su capacidad militar, y los controles de exportación están estrictamente definidos o diseñados para asegurarse de que no obtengan estos chips para mejorarla.
La visión es una ambiciosa asociación público-privada donde el gobierno, la industria, los clientes, los proveedores, las instituciones educativas, los empresarios y los inversionistas convergen para innovar, conectarse y resolver problemas. Por ello, se resolverán los desafíos de I + D más impactantes, relevantes y universales en la industria.
Lo que es más importante, el NSTC garantizará que EE. UU. lidere la próxima generación de tecnologías de semiconductores, desde la computación cuántica, la ciencia de los materiales y la IA hasta las aplicaciones futuras en las que aún no hemos pensado”, dijo Raimondo.
Como vemos, la capacidad de liderazgo americana no tiene nada que ver con la europea, que solo aspira a tener en su terreno a las empresas extranjeras para que le suministren chips a toda costa, pagándoles gran parte de la inversión en sus FAB. La administración Biden no solo apoyará a sus empresas, sino que creará dos más desde cero para las industrias anexas y el I+D, de manera que intentarán liderar por delante de TSMC en un punto que se ha fijado como 2030. Veremos si son realmente capaces.