Las claves del plan que prepara China para saltarse las restricciones de EE.UU.
Estados Unidos está pisando el acelerador con las restricciones y no terminan de implementar una cuando ya están pensando en las siguientes. El objetivo es claro, derrotar a China, o al menos pararla para mantener el posicionamiento y liderazgo del mundo a sus espaldas. Entre tanto, China no dice nada, no lanza respuesta, solo comprende y asimila las restricciones poniendo parches donde puede, o eso es lo que creíamos. Y es que el gigante asiático está trazando una hoja de ruta: así es el plan que tiene China para saltarse las restricciones americanas.
China está callada, pero no está quieta. En silencio tiene una gran traza de lo que tiene que hacer para poder saltarse todo lo habido y por haber contra EE.UU. y si de algo podemos estar seguros es de que no será nada fácil, ni barato, ni rápido.
El plan de China para saltarse las restricciones
No es que sea increíblemente ingenioso, aunque sí, tiene su parte perspicaz. Dos de los principales académicos del país escribieron que Beijing tiene que trazar una ruta distinta a la actual. El plan se basa en crear una cartera de patentes que estén por delante de las de Estados Unidos en cuanto a creación, fabricación y diseño de chips.
Esto también incluye patentes con materiales novedosos y sus técnicas, porque cada vez va a ser más complejo poder crear obleas o grabarlas si no se precisan este tipo de novedades y aleaciones. ¿Por qué mirar al futuro cuando el problema está en el presente? Porque China ya ha entendido que no puede competir aquí y por eso se sale de la carrera por los semiconductores para replegar filas y comenzar a trazar la estrategia de futuro.
Todos le están dando la espalda, incluso socios asiáticos, todos quieren su parte del pastel y por ello tienen que mirar hacia delante. La ventaja que tiene China ahora mismo es que gracias a Trump llevan tres años desarrollando el plan, del cual apenas se sabe nada.
El empuje de China, dar un paso atrás para dar un salto adelante
Es claramente el objetivo como bien dicen Luo Junwei y Li Shushen en el boletín de la Academia de Ciencias de China:
“Deberíamos promover enérgicamente el espíritu de los científicos que persiguen la originalidad y se resisten a la investigación de seguimiento repetitiva y de bajo nivel”
Esto está muy bien, pero hay muchas piedras en el camino. Las primeras es la escasez de talento. La gran mayoría provenía de EE.UU. y han sido llamados para volver, la segunda es la falta de financiación para la investigación cuando ese talento comience a surgir de las principales universidades del país, para lo cual tendrán que cambiar muchas de las carreras, adaptándolas al futuro.
El tercer paso va encaminado a las empresas, a su reestructuración para el diseño e innovación. Por último, se tendrán que crear esas patentes de manera que EE.UU. no pueda acceder a ellas y posicionen a China como una potencia en el diseño de tecnología y no en la fabricación en sí, que por otro lado, tendrá que ser puntera a nivel mundial porque los chips necesitan de fundiciones prácticamente de ciencia ficción.
Al ser preguntados los funcionarios chinos no han querido discutir estas contramedidas, incluso en reuniones a puerta cerrada. Como siempre, China trazará su plan contra las restricciones en silencio y sin levantar polvo, esperemos que esta vez occidente no desperdicie la ventaja que va a tener tras el repliegue asiático y aproveche para seguir empujando, sobre todo Europa, que está más rezagada que EE.UU.