Intel: «Los chips son el nuevo petróleo con el que negociar en geopolítica»
La crisis de los semiconductores no se ha ido, solo la hemos paliado, pero siguen faltando chips en muchos puntos del mercado. Destacando el boom de China y los automóviles, donde hay hasta tráfico de chips en negro, copias y guetos donde se mueve un mercado negro increíble de millones de dólares, hasta la industria de PC donde los productos están cogiendo polvo en las estanterías. El CEO de Intel, Pat Gelsinger, en una nueva entrevista, pone de relieve la importancia que tendrán los chips en el futuro, asegurando que son el nuevo petróleo para los próximos 50 años.
Es cierto que el petróleo es imprescindible a día de hoy, y lo seguirá siendo en gran parte en el futuro. En las últimas décadas ha sido prácticamente moneda de cambio y como tal, quien ha tenido petróleo ha dominado su parcela del terreno, indistintamente de donde estuviese situado el país. Pero esto ha cambiado, ya lo vimos durante la pandemia y la post-pandemia, pero quizás no seamos conscientes de hasta dónde llega la madriguera de conejo.
Intel: Los chips son el nuevo petróleo durante los próximos 50 años
En una entrevista en la CNN con motivo del foro de Davos, el CEO de Intel ha querido explicar el por qué se está empujando tanto en el sector de los chips, pese a que ya informamos de que la compañía está dando marcha atrás con algunos proyectos, mientras que otros siguen en stand by, como el de Alemania, a falta de que se acuerde un reparto del dinero más justo y adecuado a las nuevas circunstancias mundiales.
"La ubicación de las reservas de petróleo ha definido la geopolítica durante las últimas cinco décadas. Dónde estén las cadenas de suministro de tecnología de chips y dónde se construyan los semiconductores, es sin duda, lo más importante para las próximas 5 décadas”.
Explicó en dicha entrevista que la inversión que se haga ahora será clave no solo para Intel, sino para la globalización del recurso más crítico para el futuro del mundo. En otras palabras: no quieren depender de China y EE.UU. está apostando por occidente en vez de por Asia tras la recogida de cable en India e Israel.
“Necesitamos esta cadena de suministro resiliente y equilibrada geográficamente”
Gelsinger fue más allá y comentó el hecho de que la cadena de suministro ha sido un problema mundial, del cual hay que aprender:
“Si hemos aprendido algo de la crisis de COVID y este viaje de varios años en el que hemos estado, es que necesitamos resiliencia en nuestras cadenas de suministro. Por ello, las inversiones en fabricación de Intel tienen como objetivo nivelar ese campo de juego para que se puedan tomar buenas decisiones de inversión".
“Es un entorno económico sensible a corto plazo: el COVID y China, la guerra en Ucrania y la energía en Europa, la inflación en EE. UU., miras eso y te preguntas: ¿dónde están las buenas noticias? Pero al mismo tiempo, necesitamos hacer inversiones a largo plazo, los entornos económicos de tres trimestres no pueden dictar ciclos de inversión de capital de cinco y seis años... Es un desafío ser un CEO en estos días".
Sin duda alguna Gelsinger lleva, al menos, algo de razón. Es el hombre escogido para volver a meter en rumbo a Intel, ha hecho grandes cambios, ha podido cerrar la brecha en PC con AMD, la está cerrando en servidores, ha abierto las FAB de Intel al mundo y a cualquier cliente, además de conseguir igualar en densidad y Pitch Gate a TSMC.
Ahora falta superarles, y para ello han decidido invertir con cabeza, porque están viendo que el dinero en EE.UU. y Europa no está llegando, así que ya ha dejado caer lo siguiente con respecto a los fondos gubernamentales:
“Esperamos verlos este año. Estamos invirtiendo, por favor preséntese con el dinero. Porque asumimos que nos ayudarán a hacer estas inversiones masivas”.
Toda una declaración de intenciones para ambos continentes, porque está claro que o hay dinero público de por medio, o se parará gran parte de los proyectos a nivel mundial, y no solo de Intel, por mucho que los chips vayan a ser el nuevo petróleo.