La industria de la automoción reduce los pedidos de chips, la demanda de coches se frena

Era un secreto a voces, y de hecho, no era tan secreto como tal. La industria del automóvil ha intentado correr más que el tiempo... Y se está estampando. Los datos macroeconómicos mundiales anticipan un 2023 duro y el cambio de los coches de combustión a lo eléctrico no está siendo sencillo en gran parte del globo. Sobre todo en EE.UU. y Europa, donde los precios suben a cada nuevo modelo que se lanza, siendo la misma gama de coche. Pues bien, la repulsa de los usuarios hacia este tipo de nueva movilidad sostenible se está dejando notar y el frenazo de la industria de la automoción ya está aquí: se paran los pedidos de chips para los coches.

Faltaban chips "por un tubo" y en este primer mes de enero se ha despertado del letargo del impulso que supone la competencia de China para el mundo. En el país asiático se está inyectando dinero a espuertas para no sufrir la crisis inmobiliaria y arrastrar a toda la economía con ello, se han abierto las puertas a la normalidad frente a la COVID y... El resultado no está siendo el esperado, como tampoco lo fue en occidente.

China frena y occidente respira: los pedidos de chips para coches se ajustan

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Ya hablamos sobre cómo la competencia por llegar a los chips en las principales empresas de automoción en China estaba siendo voraz. Había hasta un mercado negro de chips con tal de seguir produciendo coches. Eso se va a acabar. Curiosamente, ahora hay capacidad de producción de sobra, hay escáneres parados, hay líneas de producción detenidas, principalmente porque nuestro sector, el de la informática y tecnologías en general se ha plantado ante las malas ventas.

Pues bien, con números en Europa récord en cuanto a la nula venta de coches, sobre todo en España, que ha perdido un porcentaje muy alto de ventas, era de esperar que la fiebre por los chips terminara en algún momento, y este ha llegado.

Según se informa desde Asia, los fabricantes de automóviles están ajustando significativamente su estructura en cuanto a la demanda de chips, lo cual evidencia un tremendo problema.

Los fabricantes de semiconductores en aprietos

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El de la automoción era uno de los sectores que estaba apretando y sacando las castañas del fuego a empresas como GlobalFoundries, TSMC o Samsung, por ejemplo, pero ahora... Ahora se cumple lo que ya adelantamos a principios de semana sobre la paralización de las líneas de producción de TSMC y su caída de la misma por debajo del 70%.

Números que podrían ser peor si, efectivamente, Asia echa el freno como ha hecho Europa y EE.UU. ¿Qué nos espera aquí? Todavía no lo sabemos con certeza, las cifras concretas no han sido reveladas, pero lo que es seguro es que el dinero se ha volatilizado directo a las cuentas bancarias de una decena de empresas a nivel mundial.

Los ajustes de las Big-Tech son por algo, la subida de los mercados en este enero es un espejismo que los bancos centrales se van a encargar de opacar con la siguiente subida de tipos. El mercado del hardware está a punto del K.O y siguen empeñados en mantener precios, exactamente igual que en la industria de la automoción, que están viendo cómo llegan a Europa y EE.UU. coches chinos a precios más que competitivos... Y saben que no pueden competir ahí, como tampoco han podido hacerlo en smartphones.

China dominará el mundo, y que se resfríe y frene en una industria que se está poniendo a la vanguardia de lo tecnológico es síntoma de que algo no va bien.