Jim Ryan, CEO de Sony, piensa que Xbox Game Pass no es rival para PlayStation

Microsoft lleva casi un año enfrentándose en una batalla legal con el fin de que por fin le dejen adquirir Activision Blizzard. Sin embargo, el principal impedimento por lo que no se ha realizado la compra es debido a que se considera que dominará el mercado. Al menos es lo que se creía hasta ahora, pues Jim Ryan, CEO de Sony Interactive Entertainment (SIE), no considera que el servicio de suscripción Xbox Game Pass sea competencia para PlayStation.

La adquisición de Activision Blizzard y King por parte de Microsoft está generando grandes dudas a los reguladores de todos el mundo. Y es que, la mayoría coinciden de que esta compra creará una situación de monopolio donde Microsoft eliminará la competencia. Se estima que una vez tenga dichas compañías en su poder, sagas como Call of Duty que llegarían a Xbox y Game Pass, le darían una gran ventaja sobre rivales como Sony. De hecho, la compañía japonesa ya expresó sus preocupaciones tiempo atrás, alabando a Call of Duty y asegurando que si lo posee, los jugadores migrarían de PlayStation a Xbox para jugar a dichos juegos.

Jim Ryan cree que el Xbox Game Pass no es competencia para Sony

Jim Ryan CEO Xbox

La historia de Sony en el acuerdo de compra de Activision Blizzard de Microsoft es un tanto confusa. Lo primero que supimos de ellos en este contexto, fue su discurso en contra de que Microsoft comprase Activision Blizzard. Se temía que tuviesen demasiado poder, que su juego fuese exclusivo para Xbox o que estuviese disponible en el Game Pass. Microsoft estaba dispuesta a hablarlo para hacer que su acuerdo progresara. Por ello, anuncio un acuerdo de 10 años con Sony en el cual ofrecía que los juegos de Call of Duty también salieran en PlayStation durante este tiempo. No obstante, Sony se negó a responder y dar el sí, continuando oponiéndose al acuerdo de Xbox.

Jim Ryan, CEO de Sony, se podría considerar el principal opositor al acuerdo de Microsoft. No obstante, ahora sabemos que el propio Jim Ryan es quién ha cambiado su forma de pensar y no teme a Microsoft, considerando que su servicio Xbox Game Pass no es competencia para Sony, al menos a nivel de cifras de ventas/suscriptores.

"Cuando consideramos Game Pass, parece que las cifras son cada vez más bajas. Nosotros hemos vendido más PS5 en dos años de lo que ellos han reunido suscriptores, y llevan haciéndolo 6-7 años."

El cambio de opinión de Sony podría engañar a los reguladores

FTC Activision Blizzard

Si tenemos en cuenta el hecho de que Jim Ryan como presidente de Sony tenía una postura en contra de Microsoft y temía la compra de Activision Blizzard y la exclusividad, vemos aquí un cambio. Y es que, a diferencia de la postura que mostró públicamente, esta opinión privada sobre Microsoft cambia completamente las cosas. Ahora ya no parece que Sony tenga miedo de la compañía y su servicio de suscripción. Es cierto que no ha mencionado la saga Call of Duty, pues Microsoft quería añadirla a Xbox Game Pass cuando se cerrase el acuerdo.

Sin embargo, lo que podemos aclarar con esta opinión de Jim Ryan es que Sony no tiene mucho interés en lo que ocurra en Xbox Game Pass. Y es que, hablamos de un servicio de suscripción con cientos de juegos bajo pago mensual. En cambio, si adquirimos juegos por su precio habitual de compra de 60 o 70 euros, esto genera un mayor margen de beneficios por venta. Esto podría causar confusión a los reguladores e incluso la FTC que bloqueó el acuerdo de compra de Microsoft hace poco. Según esta, una de las principales causas del bloqueo se debía a la dominancia que tenía en el sector de los servicios de suscripción como Xbox Game Pass.

Si hablamos de cifras, Xbox Game Pass tiene algo más de 25 millones de suscriptores según las cifras de hace meses, mientras que la PS5 ha vendido 28 millones de consolas. Mientras tanto, el servicio de suscripción PlayStation Plus se estima que tiene más de 45 millones de usuarios. Habrá que esperar y ver si esta nueva opinión de Jim Ryan cambia las cosas y si afecta al acuerdo de compra de Microsoft y a la opinión de los reguladores.