Así es el disipador pasivo para CPU más avanzado: 3 Kg de cobre y 250$

La fiebre por rendir al máximo, por estrujar hasta el último MHz y llevarse el gato al agua del rendimiento ha llegado a la cúspide como nunca antes se había visto. Pero eso también ha traído de la mano el hecho de que los consumos se han elevado al límite y con ello las temperaturas. Parece una quimera pensar que una CPU actual y moderna, de última hornada, pueda ser refrigerada de forma pasiva. Pues bien, un nuevo diseño de disipador pasivo de cobre muy avanzado de la mano de los compañeros de Fanlesstech parece que desafiará esta teoría.

Noctua ha tardado una ingente cantidad de años en presentar su nuevo NH-P1, el cual es apenas superior al modelo anterior y ya veterano. Es complicado simplemente pensar en mejorar a ese disipador, pero un nuevo prototipo al menos lo va a intentar, y lo hará a lo grande sin restricciones, ni siquiera en el precio.

Sin nombre, sin apodo, un disipador pasivo de cobre muy avanzado

La realidad es que es simplemente un proyecto de disipador el cual ni siquiera tiene nombre y todo lo que tenemos es un render que impresiona, eso sin lugar a dudas. Los compañeros de Fanlesstech de la mano de Noah Beerstecher han creado un prototipo que sin duda tiene muchas novedades.

Empezando por su forma, un cilindro perforado con distintos niveles de aletas donde a diferencia de lo que se podría pensar por termodinámica lo que se busca es el mayor traspaso de calor desde el procesador al bloque y donde este lo traspasará al aire con un sistema aerodinámico de última generación.

Para ello hace acopio de 18 aletas de un grosor amplio que serán atravesadas por 5 heatpipes con cold plate. El bajo número de aletas y su grosor responden a un sistema de intercambio de calor mediante orificios verticales que, curiosamente, son más pequeños en la periferia de cada aleta y capa de este disipador, y más grandes en el centro, pero ¿por qué?

La ley de Fourier al descubierto

No es que sea nueva ni mucho menos, pero la forma de implementarla es curiosa. Se establece que un área es normal a la dirección del flujo de calor de la misma, por lo que aquí tendríamos una vez instalado el disipador un flujo vertical perfecto independientemente de la postura o anclaje del disipador.

Además, el flujo será el mismo si es recibido de una fuente de generación del mismo, como un ventilador, sin importar la postura al colocar el disipador en la CPU. Como cualquier disipador con heat pipes se combinará la convección natural y la convección forzada. La idea novedosa aquí es usar el flujo y hacerlo pasar por los agujeros perforados de cada aleta, de manera que se acelere o desacelere el mismo según este avanza por el cobre, logrando así uniformidad en el mismo y mejorando el traspaso del calor al aire.

La parte central busca acaparar el mayor flujo posible, mientras que conforme nos alejamos del centro se busca darle velocidad al mismo y sobre todo, no impedir el traspaso del calor que sube, sino mejorando la eficiencia del mismo al contacto con el aire. La evidencia nos muestra que estamos ante un disipador hecho de cobre puro de la más alta calidad, con un refinamiento exquisito, pesará nada menos que 3 Kg, el mayor registrado jamás, y costará la friolera de 250 dólares, un alto precio a pagar si se quiere mantener a raya las temperaturas de una CPU actual de alto rendimiento.