¿Cómo de rápido cambian los procesadores su velocidad de reloj?
Según pasan los años, los procesadores de PC alcanzan velocidades cada vez más altas, pero no nos tenemos que engañar con esas cifras de más de 5 GHz, pues estas hacen referencia a las frecuencias Boost o Turbo. Y es que, las frecuencias base en las que el procesador funciona la gran mayoría del tiempo son mucho más bajas. Por ello, las CPU modernas van alternando sus velocidades de reloj entre la frecuencia base y la Turbo para ofrecer un rendimiento óptimo en todo momento. Dicho esto, ahora veremos que tan rápidos son las CPU en cambiar su frecuencia de reloj y si realmente ha habido mejora con los años.
Cuando buscamos un nuevo procesador, tenemos que tener en cuenta una serie de características. A grandes rasgos, en una CPU nos fijaremos en el número de núcleos e hilos que trae, junto a la frecuencia de reloj a la que irán estos. Sin embargo, en la mayoría de casos se hace énfasis en la frecuencia Boost únicamente, pues en términos de marketing ofrecer la mayor cifra siempre va a atraer a más clientes. Así pues, no veremos un i9-13900K vendiéndose con sus 2,2 GHz en sus E-Cores y sus 3 GHz en los P-Cores (frecuencias base), sino por sus 5,8 GHz de frecuencia turbo máxima.
Así de rápidas son las CPU en cambiar su frecuencia de reloj
Como nos podemos imaginar, las CPU modernas son increíblemente rápidas a la hora de cambiar su frecuencia de reloj. Como podemos observar, el cálculo y diferencias de tiempo entre estas se basa en milisegundos (ms), es decir, 1 ms es lo mismo que 0,001 segundos o lo que es lo mismo 1.000 ms equivalen a 1 segundo. CPU de hace más de una década como los Intel Xeon E5-1650 con arquitectura Sandy Bridge ya pasaban de frecuencia base a Turbo en poco más de medio segundo al tardar 564,2 ms. Hablamos de procesadores que de 6 núcleos que se lanzaron en marzo de 2012 e incluso a día de hoy son muy populares para utilizarlas en PC de bajo presupuesto.
Como vemos, con los años los procesadores se han hecho mucho más rápidos en cuanto a IPC y frecuencia, pero además, también cambian la velocidad de reloj más rápidamente. Así pues, tenemos el Xeon E5-2630 V3 con la arquitectura Haswell lanzada en 2014 llegando a los 303,7 ms. Vemos que ahora aparecen procesadores de móvil, pero vamos a enfocarnos en las CPU de PC primero. Por ello tenemos una CPU AMD FX-8350 lanzado en 2012 que es mucho más rápido en cambiar sus frecuencias de reloj con 79,32 ms. Aquí vemos que Intel no mejora mucho en este apartado y es el paso de ver los AMD Ryzen y lo rápidos que son con esta característica.
El cambio de velocidad es casi instantáneo con las CPU actuales
Si continuamos analizando la velocidad de los distintos procesadores de PC, vemos que los AMD Ryzen 3950X con Zen 2 ostentan posiciones muy altas en esta curiosa categoría, con unos 17 ms. Más allá de ellos nos encontramos una CPU china, la Zhaoxin KX-6640MA que tarda únicamente 13,10 ms en alcanzar la frecuencia Turbo. Curiosamente, si avanzamos más nos encontramos una CPU Intel en segunda posición, la cual pertenece a la arquitectura Skylake lanzada en 2015.
Hablamos del i5-6600K que si bien a día de hoy no puede competir en cuanto a rendimiento en esta métrica si es el ganador de los procesadores de Intel. Esto se debe al uso de la tecnología "Speed Shift" y gracias a ella el 6600K alcanza su frecuencia turbo de 3,9 GHz en 5,62 ms. Para acabar con las CPU de PC tenemos al líder absoluto que se trata del AMD Ryzen 5800U de portátiles, el cual llega a su frecuencia Boost en tan solo 1,60 ms, prácticamente instantáneo.
Para finalizar, si vamos a los SoC móviles encontramos algunas diferencias. Por ejemplo, los núcleos Big del Snapdragon 821 son mucho más rápidos tardando 19,6 ms, mientras que los Little requieren 210 ms. En cambio, en el Snapdragon 670 los núcleos Big cambian la velocidad más rápidamente, siguiendo la tendencia de que las CPU modernas son más rápidas en este aspecto.