Taiwán advierte a sus socios: «Las restricciones de chips hacia China nos afectarán»

No es muy común ver o escuchar hablar al gobierno taiwanés sobre lo que hacen otros países. Como buenos asiáticos prefieren centrarse en sus problemas y solventarlos para dominar el mercado. Pero en esta ocasión y con motivo de las restricciones de EE.UU. a China, al país no le ha quedado más remedio que lanzar un órdago a modo de advertencia hacia sus socios. Y es que Taiwán se verá también afectada por las restricciones de chips hacia China, algo que no está gustando nada a sus dirigentes y menos a TSMC.

Dice el dicho que "éramos pocos y parió la abuela". Pues eso mismo es lo que nos encontramos hoy de la mano de Tsai Yu-tai, Jefa de Estadística de la Dirección General de Presupuestos, Contabilidad y Estadísticas (obviamente), porque el juego tan duro de los Estados Unidos está dejando malestar en sus socios, con los cuales tienen muy buenos negocios, pero... China está en el tablero y Europa está en el punto de mira.

Taiwán no está satisfecha, las restricciones de chips a China impactarán en las cuentas de TSMC

Taiwán-chips

Prohibir nunca ha sido muy buena táctica en los negocios, porque, aunque ganes la partida y tu rival/socio tenga que entrar por donde tú quieres, te has ganado una enemistad que podría cobrarse en el futuro a modo de venganza o represalia. Pues bien, TSMC de la mano de Taiwán está en ese punto y no están nada tranquilos como comenta Yu-tai:

"La Ley CHIPS for America y las restricciones a China podrían afectar directa e indirectamente a las exportaciones de industrias cruciales en Taiwán. La incertidumbre de estos actos afectará la producción y las exportaciones de nuestro país, aunque la escala del impacto aún no está clara”

¿Por qué ahora a finales de noviembre lanza esta advertencia velada a su socio más fiable? Pues tiene una explicación así como que sea Yu-tai quien haya hablado y no el presidente de Taiwán o incluso el CEO de TSMC. El problema viene desde el crecimiento del país. El gobierno taiwanés ha visto como sus pronósticos de crecimiento ha tenido que ser rebajado de cara a 2023 del 3,06% al 2,75%, lo cual no ha gustado nada.

China en clara recesión, Taiwán a punto de entrar y occidente...

China-EE.UU-Taiwán-chips

Las excepciones fiscales que vimos la semana pasada y que son un movimiento mucho más inteligente que los de EE.UU. y Europa tienen de fondo la expansión de TSMC a dichos continentes mediante varias FAB, lo que permite un doble juego a Taiwán. Por un lado, se beneficia del dinero estatal que les llega a coste cero más allá de cumplir con unas peticiones al firmar, que serán duras obviamente. Pero, por otro lado, se aseguran que la compañía sobreviva, al menos parcialmente, ante una invasión China, además de hacer buenos negocios, claro.

Tanto Estados Unidos como Europa, aunque más los primeros, están empeñados en no depender de Asia para casi nada, algo que tenía que haber pasado hace años y ahora con la tormenta perfecta quiere hacerse sea como sea. Como es lógico, Taiwán no quiere perder a China como cliente, pero tampoco quiere perder a los dos mayores socios estratégicos como son los dos occidentales.

Además de esto, hay que tener en cuenta que occidente proporciona seguridad militar, por lo que, según Tsai, la prohibición de la producción en China tendrá un gran impacto en la colocación de pedidos. Es decir, TSMC y los demás fabricantes de la cadena de suministro van a perder centenares de millones, si no miles de millones, que deberían ser paliados por la demanda desde occidente.

Todo mientras la propia occidente no quiere depender de ellos y al mismo tiempo se necesitan. TSMC necesita a las empresas japonesas, americanas y europeas, y al mismo tiempo todos necesitan a TSMC, que como vimos, tiene más del 80% de los ingresos mundiales en chips, un monopolio erguido ante una competencia muy alta entre empresas. Es un rompecabezas que solo necesita que falle una pieza para que todo salte por los aires, entre tanto, TSMC tiene que asumir las pérdidas si quiere seguir en el juego, entrando en recesión económica mientras EE.UU. y Europa están ya directamente en crisis.