China evita las sanciones de EE.UU. bajando la velocidad de sus chips

Guerra abierta y a cara descubierta entre China y EE.UU. donde los americanos tienen cogida la medida a los taiwaneses para coartarlos con TSMC e impedir la venta de chips a su gran rival. Europa está en medio y seguramente sea la peor parada, Rusia está por debajo y las sanciones parece que van a ser "cuento chino" para el país de Xi Jinping, puesto que China se las va a saltar bajando la velocidad de sus chips.

China y Europa se parecen más de lo que podemos pensar en cuanto a chips. Salvando las distancias pertinentes, ambos países dependen en gran medida de terceros para fabricar chips, por lo que sus empresas son más de diseño que de fabricación. EE.UU. es conocedor de esto y está apretando con sus sanciones para evitar el comercio de todas las partes con China. ¿Qué han hecho los chinos para evitar esto? Pues...

China usa el pragmatismo con las sanciones: sus chips bajan de velocidad

Biren-BR100-y-BR104-2

Dice el dicho que "hecha la ley, hecha la trampa" y en este juego geopolítico con los chips de fondo es una gran verdad. China no puede condicionar al resto del mundo a venderles chips, porque el mercado americano y las herramientas, así como principales diseños parten de suelo yanki y ningún país del mundo se puede permitir quedarse sin ellas dependiendo de los distintos fines al uso, sino que le pregunten a Rusia.

Inteligentes como pocos, China y sus ingenieros han estudiado las sanciones y han encontrado el primer hueco legal: la tasa de transferencia bidireccional de los chips. Estados Unidos fijó una cifra límite, 600 GB/s entre chips, lo cual limita en parte el rendimiento final tanto del propio chip como de la plataforma donde vaya incluido.

Esto con chips de bajo rendimiento no supone un problema, pero cuando se busca competir con las empresas americanas o necesitas para consumo propio chips de alto rendimiento, entonces sí que es algo a tener en cuenta. Los mejores ejemplos llegan desde la propia China con Biren y su GPU BR100. Este chip de forma unitaria tiene una velocidad de interconexión de 448 GB/s, lo cual sugiere que está por mucho dentro de la legalidad, pero no es así realmente y aquí llegan los problemas.

Merma de rendimiento para seguir produciendo chips

BIREN-GPU

Biren ha modificado a última hora sus características técnicas para la BR100. De 448 GB/s por chip y 896 GB/s dual se pasó en primer lugar a 640 GB/s al conectar más de una GPU, para en última instancia rebajar la tasa de transferencia a 570 GB/s, entrando dentro del margen que marca EE.UU. en su propia sanción.

Desde Biren afirman lo siguiente:

“Tienes que ser discreto cuando se tratan estos temas con TSMC. Han hecho "demasiadas relaciones públicas" y sus especificaciones están ahí en "blanco y negro". Ahora es difícil para ellos ayudarnos a encontrar una salida”.

En TSMC responden claramente al respecto:

A menos que puedan demostrar que están bien bajo los controles de exportación, no podremos enviarles chips. Siempre que haya una bandera roja (sanciones), tendremos que revisar el rendimiento.

El problema es que las sanciones de EE.UU. son ambiguas en el modo de calcular el rendimiento de la tasa de transferencia bidireccional para saber la velocidad a la que se envían los datos entre sí.

china velocidad chips

Si no fijas una regla clara, nadie sabe a qué atenerse y con qué prestaciones competir para cumplir. En Biren sus ingenieros nos aportan un poco más de luz sobre este tema complejo:

“Hay varias formas de calcular esta tasa de transferencia, pero como no está claro, solo podemos tomar un camino”

Ese camino es cambiar y modificar sus diseños para reducir la velocidad del procesador y con ello la tasa de transferencia que puede alcanzar entre GPU, pero esto supone un gasto tremendo de dinero, puesto que tienes que crear nuevos patrones, nuevas comprobaciones y balances que no estaban previstos. La manera más sencilla para lograr esto es desactivar parte del chip, pero entonces...

“No están cambiando el diseño del chip, por lo que es como decir 'prometemos que no lo volveremos a habilitar más adelante' y no está claro si el gobierno [de EE. UU.] lo aceptará", dijo Dylan Patel, analista jefe del grupo SemiAnalysis.

Cambiar diseños, deshabilitar características

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Por lo tanto, deshabilitar partes del chip es lo más sencillo, perderán algo de tiempo y dinero, pero entrarán en principio dentro de la pauta de EE.UU., pero el problema no está ahí, sino en el futuro. Sus chips a 5 nm están ya terminados en cuanto a diseño y enfocados para IA, y ahora tienen que reestructurar todo para cumplir con esta sanción impuesta a TSMC si lo que se quiere es que los taiwaneses fabriquen los chips.

Esto implicará un par de pruebas de producción más, meses perdidos y 10 millones de dólares como poco para completar los pasos. El dinero no es el problema, lo es el tiempo, puesto que es precisamente lo que busca EE.UU.: ralentizar todo lo posible el avance chino y para ello Europa y Taiwán tienen que cooperar. Lo que no sabemos es cuánto le va a costar a Estados Unidos convencerles y cuánto le va a costar a ambos territorios salir del mercado chino, y no solamente en lo económico.

Entre tanto, la solución de China bajando la velocidad de sus chips de más alto rendimiento pone en un compromiso a EE.UU. ¿Se equivocó la administración Biden al fijar las cifras?