El mayor fabricante de tarjetas gráficas de China despedirá al 33% de su personal

Parece ser que el primer golpe en la guerra comercial y tecnológica por el dominio de los semiconductores será para China. Las restricciones de EE.UU. no solamente les van a perjudicar a ellos, algo obvio, sino que no se busca dañar, se pretende parar en seco e incluso destruir las empresas del país de Xi Jingpin, y el mejor ejemplo lo tenemos hoy mismo con Biren Technology de por medio, donde la compañía china va a comenzar una ronda de despidos masiva.

Se ha juntado la tormenta perfecta y como cabía esperar, EE.UU. va por delante en el juego. Son los mejores en geoestrategia y ya hay muchos que piensan que todo lo que está ocurriendo, en los tiempos que se están dando entre sacudidas, está orquestado desde Washington. ¿Qué ocurre en el rival de América en estos momentos?

TSMC reduce los pedidos y las exportaciones en un 50%

BIREN-GPU

Parón al sector de los chips de alto rendimiento, empuje sin precedentes a todos aquellos que son maduros. El mundo de los semiconductores está cambiando y muchas empresas no están entendiendo el juego, pero el que domina es el que reparte las cartas y ahora a China le toca perder.

Aunque no lo parezca, EE.UU. tiene la sartén por el mango (al menos hasta conocer las sanciones de los asiáticos hacia dicho país) porque las sanciones de los americanos se han superpuesto al bloqueo de TSMC y a la restricción del 50% de la producción de los 3 nm y de otros muchos procesos litográficos (se dice que los 5 nm y los 7 nm también están afectados).

TSMC no puede vender chips al mayor fabricante de GPU chino, Biren Technology, y en solo una semana la empresa va a tener que despedir a nada menos que el 33% de toda su plantilla de un plumazo. Si no hay chips todo se detiene y lógicamente es muy sencillo entrar en pérdidas, así que Biren tiene que recortar costes superfluos que hasta hace dos semanas no lo eran.

Biren y los despidos, adiós al desarrollo de tarjetas gráficas y GPU

Biren-BR100

Despidiendo a todo aquel que no sea esencial se da por sentado desde la propia China que la reducción de la plantilla va a bloquear cualquier posibilidad de desarrollar futuros chips y el software que les acompaña. Por ende, la competencia que iban a tener con NVIDIA y AMD se va a esfumar sin haber llegado a hacerlo y ser más una promesa futura que una realidad, la cual evidentemente no se va a cumplir.

Su BR100 sobre la mesa era totalmente prometedora para competir con la A100 y en menor término, con la H100 de NVIDIA, pero EE.UU. se ha quitado de un plumazo el problema con un bloqueo tecnológico que en su defecto parece un dumping sin contar con el precio de por medio.

Y es que las restricciones para chips de IA y HPC que conocemos ahora tras su implementación hace dos semanas son curiosas, porque fijan que ningún chip puede ser enviado a China si pasa de 100 PetaFLOPS en FP64 o más de 200 PetaFLOPS en FP32 para, ojo, 1.178 metros cúbicos. Además, el rendimiento de la supercomputadora donde estén instalados no puede exceder de 600 GB/s.

Como Biren no ofrece datos a este respecto no podemos precisar si cumple con ello, pero la restricción de TSMC hace apuntar a que sí. Además China es el principal mercado para la compañía, porque a diferencia de AMD y NVIDIA el exportar al extranjero era algo en los planes a futuro y en volumen, pero ya no se producirá.

De hecho, ¿cómo se va a mantener a flote la empresa si no hay chips y EE.UU. controla al resto de fabricantes bajo una especie de coacción y ventas en su país? COVID, alta demanda, inflación, descenso de la demanda y sanciones es algo para lo que China no estaba preparada y como vemos, ya le está pasando factura.