El suministro de chips mejora ¿podrían bajar los precios de CPU y GPU?
Llevamos más de año y medio con una escasez de chips galopante que ha hecho elevar los precios como no se recuerda, porque tocó a todos los sectores de la industria por igual. Ahora, ya casi terminando 2022 parece que empezamos levemente a sacar la cabeza de la arena y aunque será en 2025 cuando todo vuelva a la normalidad (previsiblemente) un nuevo informe de Susquehanna Financial Group desvela que el suministro de chips mejora.
La demanda desbordada, la oferta por los suelos. No había manera de paliar el déficit de productos tras la pandemia, fue el momento donde nos dimos cuenta que la cadena de suministro no es que fuera frágil ya de por sí, sino que estaba rota y había que cambiar el modelo de producción. Ahora la mejora es leve, pero comienza a haber luz en el túnel.
Los plazos de entrega bajan, el suministro de chips mejora
Con la demanda bajando a marchas forzadas era de esperar una noticia como esta, porque en nuestro sector las cosas están mejor que en otros y teniendo una perspectiva global de las cifras, la realidad es que el tiempo que transcurre entre que se pide un chip a fábrica (llámese TSMC, Samsung o Intel) hasta que se entrega era demencial.
Podemos hablar de una tendencia, ya que el mes pasado también hubo movimiento de cifras en este aspecto. Por ejemplo, en julio la cifra rondaba de media las 28 semanas, es decir, desde que pides una remesa de chips hasta que te llegan han pasado 4 meses, una barbaridad.
Pues bien, agosto ya dejó buen sabor de boca y fue continuista con la bajada, puesto que informamos sobre 27 semanas de media, un número que septiembre ha mejorado dejando el promedio en la industria a 26,3 semanas. Eso equivale a algo más de 3,7 meses de espera y según el informe terminará bajando a finales de año sobre los 3 meses, una reducción del 25%.
¿Puede afectar esto al precio de los procesadores y gráficas?
Realmente apenas, la mejora en el precio será irrisoria si es que la llega a haber. Es mucho más probable que las bajas ventas impulsen descuentos puntuales o perpetuos, dependiendo de la gravedad de la situación en ese apartado antes de que tengamos un menor precio por unos plazos de entrega menores.
A pesar de que el suministro de chips mejora, esto solo afecta al margen de maniobra de las compañías, las cuales sí que negociarán el precio de fabricación y transporte, pero esto es algo que no nos afectará mientras estemos en la situación actual de sobre stock. Además, se prevé que el transporte se vea enrarecido por las situaciones que se viven entre EE.UU. y China por las sanciones.
Las aduanas están revisando al parecer la mercancía que llega a los puertos de manera mucho más exhaustiva y esto está implicando cierto retraso en algunos puntos de la cadena. En cualquier caso, son otros los sectores que todavía están afectados por la crisis de los semiconductores, en el nuestro hay demasiado stock como para que esto afecte al coste y su reducción, el cual como decimos llegará por otras vías.