Rusia se tambalea: su mayor empresa de procesadores está en quiebra
Parece que las sanciones económicas comienza a hacer efecto en Rusia y debido a ello, la mayor empresa en cuanto a procesadores se ha declarado en bancarrota, lo que deja al país de Vladimir Putin mucho más expuesto en lo tecnológico frente a China, Europa y EE.UU. ¿Qué ha pasado para que de la noche a la mañana esta empresa de procesadores de Rusia esté en quiebra?
T-Platforms, con sede en Moscú y filiales en Alemania, Hannover, China, Taipei y Hong Kong (ahora también de China) va a cerrar casi de inmediato. La que ha sido la joya de la corona de Rusia con más de 300 proyectos integrados donde uno de ellos entró en la lista de los 500 Superordenadores más rápidos del mundo no ha podido hacer frente a lo que se le ha venido encima.
Rusia pierde a su empresa de procesadores, ¿qué ha motivado la quiebra?
Pues como era de esperar es un tema económico, y según se informa, al parecer, el coste de los activos de la empresa era menor que sus obligaciones y lógicamente, cuando no puedes pagar, toca bajar la persiana declarando las pérdidas pertinentes.
Aunque se ha comentado que las sanciones no han tenido nada que ver con esta debacle, sino que las razones son el intento de Rusia de reemplazar la tecnología de Europa y EE.UU. por la suya propia ante el veto de las principales empresas. Realmente esta es una forma indirecta de decir que T-Platforms ha entrado en pérdidas porque las sanciones han hecho efecto en forma de veto y no de forma económica directa.
Este veto ya venía de lejos, cuando EE.UU. acusó a la compañía de vender superordenadores a empresas con fines militares y de investigación nuclear, lo que según el gobierno americano atentaba contra la seguridad nacional del país de las barras y estrellas. Luego, en 2014 con el problema de Crimea ya si hubo sanciones directas a la compañía y ahí es cuando se comenzaron los proyectos para sustituir los procesadores de Intel y AMD.
Adiós a Baikal, adiós al proyecto de CPU de Putin
La encargada de la tarea para la sustitución fue Baikal, una subsidiaria de T-Platforms que fue construida en 2012, pero en octubre de 2020 el 60% de esta fue vendido en forma de participaciones a Varton, pero esta quebró en octubre de 2021 envuelta en un proceso judicial más que sonado en Rusia porque se tuvo que llegar al Ministerio de Industria y Comercio del país de Vladimir Putin.
Evidentemente, ambas empresas tenían subsidios gubernamentales y una lista de acreedores monumental, por lo que la situación estaba volviéndose insostenible. La puntilla, obviamente, ha sido el veto de occidente en x86 y la nula capacidad de reacción, inversión y logística que han mostrado, donde ni el gobierno ha podido rescatarla y la ha dejado caer.
Se dice que el 75% de Baikal era de T-Platforms tras la venta, donde el 25% restante era del gobierno ruso, así que económicamente hablando el ejecutivo de Putin tendrá que dar explicaciones sobre la inversión que tenía hecha a sus acreedores, aunque bueno, siendo Rusia y estando Vladimir al mando, en la situación actual, quizás nadie quiera reclamar dicho dinero.
Solo hay que ver cómo algunos oligarcas rusos han muerto o desaparecido en extrañas circunstancias. ¿Quién va a ir a pedirle explicaciones a Putin? Seguramente nadie en su sano juicio o con menor poder que él...