3 formas de aplicar pasta térmica a tu tarjeta gráfica ¿cuál es mejor?
A la hora de comprar hardware de PC, como tarjetas gráficas y procesadores, tenemos que tener en cuenta que estos necesitan pasta térmica para transmitir el calor de forma efectiva al enorme disipador. En la CPU ya estamos acostumbrados a usarla, pero en la GPU no suele ser muy común y por ello es interesante conocer los distintos métodos de aplicación de la pasta térmica.
Generalmente, cuando hablamos de pastas térmicas, hay muchas dudas y opiniones sobre ellas. Y es que a la hora de elegir el modelo, los usuarios tienen ciertas preferencias, emplean comparativas de páginas web de reviews o incluso hay quién emplea sus propios datos empíricos. Lo mismo ocurre si hablamos de la forma correcta de aplicar la pasta térmica para que esta se esparza correctamente y proporcione una disipación lo más efectiva posible.
Hay que conocer varios factores antes de la aplicación de pasta térmica en la GPU
Tenemos varios métodos conocidos como el de poner una gota grande en el centro, usar una línea de pasta o cubrir la superficie completa del chip extendiendo esta. Sin embargo, antes de pasar a la práctica, hay que tener en cuenta ciertos factores. El primero de ellos, aunque suene raro, sería considerar el tamaño de la tarjeta gráfica. Y es que, las GPU muy grandes experimentarán una mayor curvatura de la placa BGA. Además, tras atornillar la GPU al disipador, puede haber huecos donde no se tiene un contacto adecuado y podríamos experimentar temperaturas más altas.
Ahora bien, otro aspecto a tener en cuenta y este es fundamental, es el de conocer el tamaño y forma del chip, pues dependiendo de este, los métodos de aplicación de pasta térmica en la GPU serán más o menos efectivos. El siguiente factor es otro muy importante, que es el de adquirir siempre que podamos una pasta térmica que dé buenos resultados. Además, esta debe tener una excelente conductividad térmica y una consistencia adecuada. Y es que, la pasta térmica no debe ser demasiado líquida para evitar que se salga por los lados. Así pues, dichos los factores, primero se procede a limpiar la pasta térmica vieja y comenzamos a comparar los distintos métodos de aplicación, usando en este caso una GPU NVIDIA.
Método de recubrimiento completo del chip con pasta térmica
La aplicación de pasta térmica extendiéndola en todo el chip de la GPU, es, sin duda, el peor de todos. Y es que, ponemos una cantidad aleatoria de pasta y la extendemos esperando lograr una superficie uniforme y perfecta. Sin embargo, esto no suele ocurrir en la mayoría de los casos, pues nos pasamos o nos quedamos cortos y la pasta extendida no es uniforme. Y es que, cabe la posibilidad de que la capa que hayamos puesto sea demasiado delgada y no haga un contacto correcto o que tras extenderla y poner el disipador, sobresalga por los lados.
El método de la gota grande central: efectivo para chips cuadrados
Probablemente el más conocido por todos, el método de la gota grande en el centro (blob), es una opción bastante adecuada de aplicar pasta térmica en la GPU. Eso sí, hay que tener en cuenta que no es óptima para chips grandes y que sean rectangulares. Pues como imaginamos, esta gota central se esparcirá de forma más o menos equitativa en todas las direcciones. Esto la hace especialmente útil en chips cuadrados y pequeños, los cuales no se emplean en las GPU actuales.
El mejor método: Aplicación de una línea de pasta térmica
Como sabemos, los chips de las gráficas actuales, como las NVIDIA RTX 30, son rectangulares y, por ello, el método de la gota no será el más óptimo. Y es que, tenemos un claro ganador y este es la aplicación de la pasta térmica en forma de línea. Esta se esparcirá mucho mejor en chips rectangulares como los de la GPU, dando así los mejores resultados tal y como veremos más adelante. Además, con una sola línea suele ser suficiente para cubrir todo el chip, aunque si se trata de uno de grandes dimensiones se pueden usar dos o una línea más gruesa.
La aplicación de pasta térmica en línea supera a las demás en hasta 6 °C
Para hacer las pruebas de los distintos métodos de poner pasta térmica en una GPU, se ha empleado una NVIDIA RTX 3080 con PCB de referencia. Las pruebas se han realizado utilizando refrigeración líquida con un chiller, a una temperatura ambiente de 22 grados, por lo que las temperaturas alcanzadas son muy bajas. De hecho, el programa usado para estresar la gráfica, Furmark, es conocido por elevar la temperatura a altos valores y con el chiller ha sido incapaz.
Así pues, si observamos los resultados, vemos que el primer puesto lo tiene la aplicación de la pasta térmica en forma de línea, pues alcanza 29,2 grados en el borde de la GPU y 35,6 grados en la zona más caliente del chip, mientras que el PCB llega a los 35,9 grados. Esto supone una mejora de unos 3 grados frente al método gota y 5-6 grados al compararla con el método de recubrir el chip entero. Pueden parecer unas cifras un tanto pequeñas, pero es que hablamos de simplemente cambiar la forma de aplicar la pasta térmica.
Así que ya sabes, si necesitas cambiar la pasta térmica de tu GPU y esta es relativamente moderna y tiene un chip rectangular, el método de línea es el mejor de todos.