Bajada de pantalones de Europa ante Taiwán, la Ley Chips pende de un hilo

Febrero de 2022: Europa aprueba la Ley Chips para potenciar la creación de una infraestructura de semiconductores al mismo nivel que EE.UU y atraer con ello a empresas extranjeras como Intel, Samsung o TSMC a suelo europeo. De paso, se pretendía impulsar el I+D de las compañías para alcanzar en diseño a los americanos... Septiembre de 2022: empresas amenazando con no unirse a la iniciativa, solo Intel está decidida a abrir Mega FAB y la Ley Chips está en el aire, porque desde Taiwán están dando largas y lo que está haciendo Europa es casi idolatrar a sus empresas. ¿Cómo ha conseguido EE.UU. el imposible?

La UE lleva muchos meses, casi un año, intentando cortejar a Taiwán y sus empresas, ya que su industria es la más fuerte en cuanto a semiconductores en todo el mundo y ya compite con China en no pocos sectores tecnológicos punteros. El problema es que el cortejo está llegando al absurdo más político posible, porque en vez de invertir en la propia creación de una industria fuerte teniendo a ASML como principal productor de escáneres del mundo, intenta atraer el talento de fuera cuando lo tiene en casa.

La Europa, el cortejo y Taiwán, ¿merece la pena insistir con la Ley Chips?

Europa - Tecnología

Los 43.000 millones de euros que está poniendo en la mesa la UE no parecen convencer a Taiwán. En junio de este año los altos mandatarios de ambos países/continentes se reunieron para entablar acuerdos de cooperación con el pretexto de los millones de la Ley Chip, pero como vimos en aquel momento, TSMC era totalmente reacio a esto, alegando de forma muy clara que no tenían planes para con Europa en cuanto a FAB de alto rendimiento.

Algo cambió sin duda, cuando en 2020 la retórica usada era otra y se planteó abrir una FAB en Alemania por su gran industria y empresas anexas, pero... Todo se ha enfriado hasta un punto que puede ser imposible convencer a los taiwaneses, y quizás sea mejor así, porque parece que Europa ha perdido la dignidad con este tema.

El viceministro de Economía de Taiwán, Chen Chern-chyi ha comentado los siguiente:

"Hasta donde sé, la Comisión Europea y los estados miembros están hablando con algunas de nuestras empresas, lo cual es una decisión puramente comercial que deben tomar las empresas. Desde la perspectiva del gobierno, nos complace ver que nuestras empresas se desplieguen globalmente y con nuestros aliados democráticos, siempre que compartamos los mismos valores que nos gusta formar una asociación de confianza"

La UE no quiere copiar la estrategia de EE.UU.

EE.UU-UE-China-Taiwán

Estas palabras están realmente bien, pero no se están transformando en acciones pese a que hay dinero sobre la mesa. El problema es que, como suele ocurrir en estos casos, la UE mediante su embajador, el señor Filip Grzegorzewski está intentando un imposible a base de buenas palabras:

"Es uno de los aspectos más destacados de mi estadía en Taiwán cuando escucho a un representante del gobierno taiwanés en una conferencia de prensa alentando a las empresas taiwanesas a 'ir a Europa', a invertir en Europa".

Como vemos, hay una clara predisposición (llamémoslo "bajada de pantalones") a contentar a Taiwán para que invierta. El problema es que los taiwaneses no están interesados como sí que lo están en los EE.UU., pero no sabemos con total seguridad los porqués y ahí radica el principal problema.

¿Por qué la UE se baja tanto los pantalones con Taiwán cuando estos están dando claras largas a todo político que se les acerca? ¿Cómo ha conseguido EE.UU. con solo una visita al país hacer más que la UE en más de un año? Al parecer, Taiwán no está interesada en invertir como tal fuera de su suelo, está interesada en sobrevivir y no ser atacada por China.

La jugada de los Estados Unidos parece ser la siguiente: yo te protejo si tú inviertes en mi país y rompes relaciones de todo tipo con China, enemigo común. Los diplomáticos de la UE no están entendiendo el juego o si lo están haciendo, no quieren someter la innovación a una causa militar. Entre tanto, Samsung sigue en negociaciones con Europa, donde de momento no tenemos declaraciones sobre posibles expansiones, habrá que ver qué quiere Corea del Sur a cambio de invertir en una super FAB.

Lo que está claro, es que si TSMC y Samsung no terminan con Mega FAB en suelo europeo, la Ley Chips pende de un hilo, porque entonces los actores secundarios de la industria querrán reclamar el sitio para explotar la producción de alto volumen de chips menos punteros, pero más demandados. Quizás sea el lugar que nos corresponde por tener unos políticos que no han sabido entender las situaciones ni moverse a tiempo.