Las CPU AMD Ryzen 8000 aumentarán, al menos, un 25% el rendimiento
La presentación de AMD dejó muy buen sabor de boca, aunque también alguna sombra, pero curiosamente y aunque hemos hecho hincapié en otros artículos justo antes de la misma, nadie habló del futuro que presentó AMD. Pues bien, lo que era un rumor sin más ahora va tomando más y más fuerza, hasta el punto de que los datos que vimos se podrían quedar cortos. ¿Pueden los Ryzen 8000 tener un IPC de un +25% y una mejora total de rendimiento muy por encima de esta cifra?
La fecha límite es 2024, y aunque hay ciertos retrasos, sobre todo con los 3 nm de TSMC, que parece que va a dejarlos de lado para centrarse en su nodo N3E, AMD sigue confiada en que su roadmap se cumplirá. Y gran parte de las esperanzas radican justamente aquí, en el tiempo, porque el año indicado tiene que mostrar tres nuevas gamas de procesadores, que, al parecer, van a sorprender mucho más que Zen 4.
Un salto de rendimiento solo visto tras el paso de Bulldozer a Zen
En dicho año 2024 deberían estar en el mercado tres gamas de procesadores muy parecidas, pero al mismo tiempo distintas, algo que ya vamos a ver el año que viene, al parecer en el CES 2023. Zen 4, Zen 4X3D y Zen 4C llegarán en menos de 8 meses y de cara al año siguiente tendremos tres variantes de una nueva arquitectura que repiten nombre: Zen 5, Zen 5X3D y Zen 5C.
La novedad es que el salto de rendimiento será mayor al esperado. Si de Zen 2 a Zen 3 el IPC se incrementó en un +19%, y de Zen 3 a Zen 4 AMD mostró un +13%, con un incremento total sobre el 20% de media, lo que está por venir con Zen 5 es el segundo cambio más grande de la historia de AMD, y el mayor dentro de la arquitectura Zen.
Los números no cambian con respecto a lo que ya se filtró, y se mantiene el 25% de aumento de IPC, pero parece que la frecuencia va a dar otro paso adelante (se especula con 5,2 GHz estables para todos los núcleos en el Ryzen 9 7950X) gracias a los 4 nm de TSMC, logrando un impulso todavía desconocido pero que elevaría el rendimiento de Zen 5 frente a Zen 4 por encima del 30% a un núcleo.
Los Ryzen 8000 y su IPC, todo enfocado al rendimiento por ciclo
El salto en IPC es más que grande, es enorme para una sola generación de por medio. Hasta el punto de que Intel tendrá serios problemas con Meteor Lake si esto se termina confirmando. ¿Cómo ha conseguido AMD esto? Pues por una estrategia que cogió de Intel, un método de trabajo que en el caso de los azules dio sus frutos con Alder Lake y su arquitectura heterogénea: trabajar con dos grupos distintos de desarrollo.
AMD ahora no tiene una sola línea de trabajo, sino que, al menos, tiene dos al unísono. Zen 5 ha sido una arquitectura desarrollada desde cero como lo fue Zen frente a Bulldozer y aquí radica gran parte del secreto de su IPC en los Ryzen 8000. El desarrollo, según se rumorea, es la última perla que dejó en gran parte Jim Keller, el cual apostaba por una ruta de núcleos de baja eficiencia unidos a los de alta frecuencia, justo lo que hizo Intel, solo que los azules llegaron primero y además tienen los recursos y las tecnologías anexas para desarrollarlo muy por delante de TSMC y su SoIC 3D: EMIB y Foveros 3D, por no hablar de las TSV de segunda generación.
El último rumor que corre entre bambalinas es que los 4 nm de TSMC serían una variante muy cercana al 4N que han desarrollado para NVIDIA y sus GPU RTX 40, por lo que estaría calificado internamente como N4E o también llamado HP, por lo que el salto de densidad no será tan grande, pero el de eficiencia y energía sí que parece que dará un paso adelante, al menos hasta llegar los 3 nm con transistores GAA.