EE.UU intenta asfixiar a China en chips: sanciones, fracasos y dominio
La Ley CHIPS está dando mucho de que hablar, y a la vista está que ha sido solo el primer paso para lanzar una contraofensiva contra China de la mano de Europa. Las críticas que vimos por parte de los asiáticos hoy tienen contestación por parte de la administración Biden y si todo va como se espera, China lo tiene cada vez más difícil para seguir compitiendo en semiconductores a nivel internacional, lo cual afectará a toda la industria y por ende a nosotros los consumidores.
La Oficina de Industria y Seguridad (BIS) del Departamento de Comercio de EE. UU. emitió una regla final provisional hace tres días para imponer restricciones a cuatro tecnologías emergentes y fundamentales en China, entre las que se encuentra un software de diseño electrónico asistido por computadora (ECAD). Las otras tres restricciones afectan directamente a la fabricación de chips, pero todavía no sabemos los detalles, pero sí las consecuencias y estas vienen desde el lado chino.
China comienza a ser asfixiada por EE.UU: 100 mil millones ¿a la basura?
Han sido nada menos que 20 años de esfuerzo que se pueden ir a la basura. China ha logrado una inversión sin precedentes en este tiempo, paulatina eso sí, pero impresionante igualmente: 100 mil millones de dólares. El problema es que China no ha logrado sus objetivos en semiconductores pese a esta inversión, lo cual no presenta un problema desde lo económico, pero sí desde los resultados que han obtenido con eso.
El problema es que empresas como ASML tienen un veto firmado para con China, dado que sus principales clientes están en Taiwán, EE.UU y Corea del Sur, que el país de Xi Jinping no es puntero en semiconductores y por tanto necesitan escáneres más antiguos y baratos, toda la estrategia de Biden y anteriormente de Trump se ha basado en un boicot muy claro mirando los intereses propios.
¿Por qué se habla de fracaso y de dinero a la basura? Pues porque lo máximo que ha conseguido China en la actualidad es crear unas pocas obleas y chips hábiles a 7 nm y no en todas las partes de dichos chips. Es decir, solo algunas de ellas tenían transistores a esa escala nanométrica, el resto estaba por encima.
Como era de esperar, esto llegó de la mano de SMIC como empresa puntera, la cual lo logró con escáneres antiguos, así que tiene cierto mérito, pero no van a poder escalar de ahí y mucho menos cuando sepamos que el veto de EE.UU con las empresas suministradoras se extiende ya a los 14 nm e incluso superiores.
El futuro de China y los chips muy en el aire
Lo que parecía ser una carrera imparable se está tornando en una de obstáculos, vayas y toda clase de impedimentos que solo tienen un salida para China: crear sus propios escáneres litográficos. El problema es que depende igualmente de empresas externas, desde europeas hasta japonesas y ahí también se va a encontrar las sanciones y restricciones de su rival.
Por lo tanto, la asfixia que está imponiendo la administración Biden en estos momentos supone abrir un nuevo capítulo en la guerra económica que solo parece tener un frente abierto donde China puede respirar: en las NAND Flash.
China intentó comprar Western Digital por 4.000 millones de dólares, pero el gobierno americano directamente vetó la compra o la inversión para una de sus empresas. Por lo tanto, China invirtió todo ese dinero, o al menos gran parte de él (imposible saberlo con precisión) en apoyar a su fábrica local para intentar escalar puestos. Así YMTC es ya uno de los 10 principales fabricantes de memoria del mundo y es de esperar que en breve tenga sanciones dentro de su sector, pero ahora mismo es la mejor baza que tiene China para mirar al frente y poco a poco a los ojos de los grandes del sector, el cual domina Samsung.
Lo que está claro es que las sanciones serán más y más duras, es la guerra por el control de la tecnología futura, tanto militar como empresarial, como del control de los usuarios y del dinero que generan y aquí China tiene que moverse rápido y bien si quiere ser independiente en lo tecnológico.