China ataca la Ley CHIPS de EE.UU: es discriminatoria, somos un objetivo
La respuesta a la aprobación de la Ley CHIPS for America no se ha hecho esperar por parte de autoridades y empresas chinas, como era de esperar por otra parte. Desde el país asiático claman contra la propuesta ya de ley por parte de la administración de Biden de forma bastante dura y se desliza algo que, de ser demostrable legalmente, podría poner en jaque las inversiones en chips en suelo estadounidense. ¿Es discriminatoria la Ley CHIPS for America? ¿Es China un objetivo de Estados Unidos?
Saltan chispas y no de alegría precisamente entre las dos superpotencias económicas mundiales. Con Taiwán de fondo y un ojo puesto en la isla, medios chinos (afines al partido comunista) deslizan lo que el gobierno no quiere decir públicamente, mientras, en teoría, Xi Jinping prepara la contraofensiva definitiva contra EE.UU en tema de semiconductores.
Biden y EE.UU contra todo y contra todos: la Ley CHIPS y su polémica
Que Estados Unidos y Europa están colaborando juntos contra Asia entera (menos Taiwán y Japón) es un hecho. Las operaciones en suelo europeo y la inversión que están desembolsando actualmente es enorme y se pretende afianzar una alianza económica y de recursos sin precedentes, aunque cada uno por dentro mire por lo suyo.
La apuesta de EE.UU iguala e incluso supera a la europea, ya que hay 52.000 millones sobre la mesa y créditos fiscales de inversión del 25% para nuevas FAB hasta 24.000 millones, cifras mareantes sin duda. Pero además del dinero están las prohibiciones para recibirlo. Estados Unidos no permite construir fábricas o expandir las existentes en China y otros países que representen una amenaza para la seguridad nacional de los 50 estados del país, además, esta prohibición se extiende durante 10 años.
Por otro lado, hay decenas de miles de millones para proyectos de investigación y desarrollo en suelo americano. No hay cifras concretas aquí, pero se estima que en total la Ley CHIPS moverá sobre los 80.000 u 85.000 millones de dólares en todos estos ámbitos, cifra monstruosa que tiene inquieta a China.
Las críticas y la hipocresía de China
Teniendo en cuenta que medios y empresas han criticado duramente esta ley americana como vamos a ver a continuación, esto se hace desde la más pura hipocresía asiática, como veremos al final. El Consejo de China para la Promoción del Comercio Internacional (CCPIT) y la Cámara de Comercio Internacional de China (CCOIC) han deslizado lo siguiente:
"La ley intensificará la competencia geopolítica mundial en el sector de los semiconductores y obstaculizará la recuperación económica mundial y las futuras innovaciones tecnológicas"
La agencia Anadolu haciéndose eco de fuentes chinas es más incisiva si cabe:
"Estados Unidos está utilizando el poder de su gobierno para cambiar por la fuerza la división internacional del trabajo en el campo de los semiconductores y dañar los intereses de empresas de todo el mundo, incluidas las empresas chinas y las propias estadounidenses"
ChinaDaily va un paso más allá:
"Por un lado, es el típico subsidio específico de la industria, que no se ajusta al principio de no discriminación de la Organización Mundial del Comercio. Por otro lado, el proyecto de ley identifica países particulares como objetivos clave, lo que lleva a las empresas a verse obligadas a ajustar sus estrategias y diseños de desarrollo global".
¿Es acaso la Ley CHIPS discriminatoria como afirma China? Vistas las acusaciones, ahora hay que tener en cuenta el lado hipócrita de las mismas, puesto que tanto autoridades como agencias y sobre todo empresas tecnológicas son parte del gobierno chino, como por ejemplo, SMIC o YMTC, por lo que sin duda son partidistas, algo que era esperable. El problema es que prepara un escenario de guerra dialéctica inicial para pasar a contramedidas comerciales que van a tensar aún más la cuerda del conflicto entre las dos superpotencias.
Esto ya lo vimos en la guerra económica de aranceles entre EE.UU y China, la cual no terminó bien para los segundos y donde los primeros de la mano de Donald Trump consiguieron imponer las sanciones a empresas punteras como las citadas de la mano de acuerdos cerrados con los principales suministradores de equipos y material, como puede ser ASML. Cuando el panorama entra en recesión de chips, resulta que ahora se avecina tormenta económica en el sector por parte de dos países.