China cierra sus fábricas de chips por la peor ola de calor en 60 años

Es impresionante lo que hace China, digno de admiración, porque está encontrando la forma de verse lo menos afectada posible en una recesión que, por otra parte, algunos analistas comienzan a tildar de crisis, y puede que no les falte razón. Y es que la ola de calor que está pegando fuertemente en el país asiático ha hecho que las principales fábricas de chips tengan que cerrar. ¿Volvemos a la escasez de chips por culpa de la rotura de la cadena logística? ¿Es esta ola de calor en China tan grave como para cerrar empresas temporalmente?

Pues no exactamente, es decir, quitando ciertas empresas y sectores clave en la industria ahora mismo, y desde enero o febrero, hay un sobre stock impresionante de chips. Pero igualmente, hay que tener claro que la bruma no nos debe de impedir mirar el horizonte, puesto que el parón de China es momentáneo, pero tiene tintes mucho más oscuros.

China tiene la peor ola de calor en 60 años y una "crisis" energética

Sichuan

Antes de entrar en lo energético como tal, diremos que hay grandes empresas afectadas por el parón obligatorio del gobierno chino, el cual se extiende desde el pasado lunes hasta mañana. Seis días donde fabricantes de chips como Intel y sus dos plantas de montaje han enviado a casa a sus trabajadores en Chengdu, Sichuan, entre otros lugares.

El gobierno alude a un consumo de energía demasiado elevado por el uso de aires acondicionados y el consumo de las fábricas, las cuales y en el caso del campus que tiene Intel en dicha ciudad se estima que utilizan sobre 240 GWh incluyendo el gas natural y el petróleo necesario para un año. Imaginemos ahora esas FABs con los aires acondicionados a todo tren... El consumo por las nubes.

Pero Intel no es la única afectada, porque empresas gigantescas como Toyota, Volkswagen, Texas Instruments o la mismísima Foxcoon corren la misma suerte, aunque en el caso de algunas de ellas se habla de un pequeño impacto, o simplemente de impacto limitado por el parón.

Un movimiento inteligente para adaptarse en el futuro

China-vs-EE.UU-vs-Taiwán

La realidad es que el problema energético es, por decirlo suavemente, una pantomima del gobierno chino. Los motivos son simples: están comprando gas y petróleo ruso a un precio mínimo y en cantidades impresionantes, el cual están por un lado gastando y por el otro guardando en mayor medida.

El parón de estos seis días es solo una excusa más para forzar una guerra económica que tiene como objetivo destruir su economía. Es justamente lo que estamos viviendo en EE.UU y Europa, una recesión, desaceleración, desglobalización que tiene de fondo los chips y semiconductores y como excusa todas las que ya sabemos: guerra en Ucrania, COVID y ahora una ola de calor, que dicho sea de paso, está dejando temperaturas de "solo" 40 ºC en los puntos más calientes del mapa asiático.

Por lo tanto, China quiere entrar en la pelea por ver quién aguanta más bajando y destruyendo su economía y moneda para ser más competitivos en el futuro y dominar el mercado, una estrategia que es muy peligrosa, puesto que conlleva inflación, despidos y ajustes profundos, los cuales está acometiendo no solo con sus empresas, sino con el problema de vivienda y precios que tienen.

Por eso, empresas como Apple o Foxcoon ya están sacando sus fábricas del país de Xi Jinping y llevándoselas poco a poco a países como Vietnam o India. El mundo está entendiendo, lentamente eso sí, que China va a buscar cualquier excusa para parar el desarrollo tecnológico mundial, porque precisamente a ella no paran de hacerle boicot, empezando por EE.UU. ¿Dónde terminará esto? Nadie lo sabe, pero lo que es seguro es que nadie sale ganando a corto plazo y mucho menos los usuarios.