Los Ryzen 7000 tienen GPU, pero 3 veces más lenta que la Steam Deck

¿Recuerdas la presentación de AMD? Pues entonces seguro que estuviste atento a la GPU RDNA 3 que dejó ver AMD, con ese pedazo de disipador acompañado de una configuración de triple. Pero de lo que no se habló, muy inteligentemente debemos añadir, es de un punto clave como la iGPU que tanto bombo tuvo en algunos momentos de este año. ¿Qué ocurrió? Pues que AMD la ha confirmado a posteriori y había un motivo de peso para no nombrarla ayer noche. ¿Por qué no se dijo nada de la iGPU de los Ryzen 7000 en su presentación?

Ni una sola palabra, ni mención siquiera, ni al menos un gráfico ilustrativo como característica añadida, cero patatero como se suele decir. El anuncio ha llegado hoy mediante la web de la marca y lo que podemos ver no va a hacer demasiada gracia a todo aquel que esperara una iGPU al estilo Ryzen G Series, nada pero nada de gracia...

AMD Ryzen 7000 y su iGPU, olvídate de jugar con ella en tu PC

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Por desgracia tenemos que ser así de taxativos, ya que lo que tendrán los Ryzen 7000 en su IOD no es lo que muchos esperaban. En parte tiene sentido que así sea, pero el sueño de tener un Ryzen G y su iGPU con la potencia de un procesador tope de gama se ha desvanecido.

Lo que ha revelado AMD es que sus CPU Ryzen 7000 Raphael solo tendrán dos CU, es decir, dos unidades de cómputo, que como era de esperar llegan bajo la arquitectura RDNA 2 y 64 Shaders cada uno. Esto nos da solo 128 Shaders, insuficiente a todas luces para nada que no sea un juego indie muy liviano.

Además de estos datos, AMD nos ha dejado las frecuencias base y Boost, las cuales son de 400 MHz y 2.200 MHz respectivamente, donde eso sí, tendremos DisplayPort Alternate Mode con USB-C, algo es algo.

Potencia insuficiente y muy lejos de una APU tan recortada como la de Steam Deck

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Comparativamente hablando y con los datos ya en la mano, podemos afirmar que hablamos de 0,563 TFLOPS ((128 x 2.200 x 2) /1.000.000), o lo que es igual, un tercio de la potencia de Steam Deck, algo que es normal en parte, puesto que aunque la consola de Valve tiene 8 CUs, estos corren a 1,6 GHz en su modo Boost.

Entonces, ¿qué se puede hacer con una iGPU así en todo un AMD Ryzen 7000? Pues no demasiado. Puede servir de apoyo para editar contenido, pero sobre todo para tener una salida de vídeo y no depender de una tarjeta gráfica externa, algo útil en ciertos momentos, por ejemplo, cuando la GPU discreta falla o muere.

Esto nos permite seguir trabajando con el PC mientras se reemplaza o se tramita su RMA. La pregunta más pertinente sería, ¿por qué incluir algo así en estas CPU? Parece ser que la respuesta es precisamente ser las iGPU que rompen el hielo de cara a Zen 5, donde, ahora sí, serán unas iGPU como dios manda con arquitectura RDNA 3.

Esto al mismo tiempo significaría que las APU como tal van a pasar a mejor vida cuando salga la nueva arquitectura, quedando AMD a la altura de Intel en este aspecto y compitiendo también en el mercado general de tarjetas gráficas, el cual dominan los azules precisamente por su presencia en el mercado con las iGPU.