El telescopio James Webb ya ha sufrido daños permanentes en el espacio

Mientras navegaba en el espacio, el telescopio James Webb ya ha sufrido daños permanentes, los cuales afectan a uno de sus espejos. Se estima que han sido pequeñas rocas espaciales las que produjeron este incidente el pasado mes de mayo. Ahora la NASA se siente preocupada sobre como perjudicará esto al telescopio espacial que tanta inversión económica ha recibido.

Cuando hablamos del acontecimiento más importante que ha ocurrido en la NASA recientemente, tenemos que nombrar a su telescopio espacial James Webb. Este tardó más de una década en ser desarrollado y tuvo un coste de fabricación de 10.000 millones de dólares tras múltiples retrasos en el proyecto. Pero finalmente, el proyecto fue un éxito y se lanzó al espacio, donde nos ha estado dando preciosas fotos del universo a una calidad nunca antes vista. Sin embargo, ahora anuncian que ha recibido daños permanentes, algo preocupante dado el poco tiempo que lleva en funcionamiento.

El telescopio James Webb ha recibido un total de 6 impactos de micrometeoritos

Apenas ha pasado poco más de medio año desde que la NASA envió el telescopio James Webb al espacio, un 25 de diciembre de 2021. Aun así, este ya ha recibido numerosos daños producidos por pequeñas rocas espaciales o micrometeoritos. En concreto, se contabilizan un total de 6 impactos que han causado deformidades en los espejos. Afortunadamente, 5 de estos golpes fueron menores, haciendo que la NASA no les diese demasiada importancia.

Estos son considerados accidentes esperados, ya que era de esperar que el telescopio James Webb sufriera daños en el espacio que degradasen sus espejos. No obstante, uno de esos 6 impactos ha destacado por encima de los demás, pues ha dañado el espejo C3, uno de los 18 espejos dorados del telescopio

. Por ello, fue necesario analizarlo y, tras una evaluación inicial, el administrador asociado de la NASA, Thormas Zurbuchen, afirmó que el espejo C3 funcionaba bien y cumplía los requisitos de la misión.

Sin embargo, en un informe reciente, se detectó un "pequeño efecto en el rendimiento del telescopio". Esto ha saltado las alarmas, ya que se ha calificado como daño permanente "no corregible" para el James Webb. Además, no se sabe a largo plazo como evolucionarán los daños al espejo y al telescopio en sí, teniendo en cuenta que lleva tan solo unos meses en el espacio.

El impacto en el espejo C3 ocurrió en mayo: la NASA buscará evitar daños futuros

Sin lugar a dudas, este impacto superó las expectativas de los investigadores y personal de la NASA. Estos no creían que el impacto de un solo micrometeorito provocaría daño permanente en el telescopio James Webb, cuando el resto de impactos no fueron un mayor problema. Debido a esto, la compañía aeroespacial ha decidido invertir más en investigación y modelización en torno al proyecto del telescopio espacial.

Afirman, además, que no están seguros de cuantos impactos así podría soportar el telescopio James Webb antes de sufrir daños severos que podrían inutilizarlo. Adicionalmente, dudan si el golpe en el segmento C3 fue un acontecimiento poco frecuente o es culpa de que el telescopio ha acabado siendo más frágil que el modelo previo al lanzamiento. Dicho esto y, tras analizar los daños, aseguran que la roca espacial golpeó el espejo C3 del James Webb entre el 22 y el 24 de mayo.

Aunque pueda parecer el fin de este, la NASA asegura que está buscando soluciones para evitar este tipo de impactos en un futuro. Según la compañía, una posible solución es limitar el tiempo que el telescopio está mirando en la dirección del movimiento orbital. Y es que, en esta posición estadísticamente, hay una mayor cantidad de micrometeoritos y, por ende, mayor probabilidad de ser golpeado por ellos.