Los MacBook Pro con chips M2 Pro y M2 Max podrían llegar en otoño
Apenas ha pasado un mes desde el anuncio del Apple M2 y su lanzamiento en los primeros productos de la compañía. Si bien este no supuso una mejora de IPC respecto a su predecesor, acabó siendo cerca de un 20% más rápido en CPU que el M1 gracias a un aumento de sus frecuencias. La sorpresa viene cuando se estima que los futuros MacBook Pro con M2 Pro y M2 Max se lanzarían entre otoño de 2022 y primavera de 2023.
Según un reportero de Bloomberg, Mark Gurman, los nuevos MacBook Pro equipados con los chips M2 Pro y M2 Max de Apple saldrán tan pronto como en otoño de este año. Es sería una fantástica noticia, ya que si bien el Apple M2 ofreció cerca de un 20% de mejora en CPU y un 35% de mejora en GPU, se esperaba mucha más mejora de rendimiento. Ese lugar lo ocupan las versiones Pro y Max, donde ya en la pasada generación, los M1 Max y M1 Pro ofrecían una mejora de rendimiento sustancian respecto al silicio más básico.
Los M2 Pro y M2 Max ofrecerán un rendimiento enorme si siguen la estela del M1
No sabemos nada de las futuras especificaciones de los M2 Pro y M2 Max, pero las que si conocemos son los modelos de la pasada generación. Tenemos así un M1 Pro que empleaba una CPU de 10 núcleos y una GPU de 16 núcleos con 5,2 TFLOPs de potencia. Este ofrecía una mejora de rendimiento respecto al M1 del 70% en la CPU y 2x veces el rendimiento en la GPU, alcanzando a una GeForce RTX 3050 Ti, en aplicaciones optimizadas, consumiendo un 70% menos de energía.
El M1 Max repetía la configuración de 10 núcleos para la CPU, pero en el aspecto gráfico alcanzaba los 32 núcleos con 10,4 TFLOPs de potencia. Esto le permitía obtener 4x veces el rendimiento gráfico del chip Apple M1 y llegando a una potencia teórica de una GeForce RTX 3080. Como vemos, ambos supusieron una mejora enorme de rendimiento respecto al chip original. Asumiendo que los M2 Pro y M2 Max sigan ese camino, estaríamos hablando de superar prácticamente a una CPU y GPU de alta gama actuales con un menor consumo.
No obstante, hay muchos "peros" en esta suposición, empezando por la emulación de aplicaciones y juegos mediante Rosseta 2 de Apple. Y es que estos chips requieren emulación para ejecutar aplicaciones o juegos bajo x86, viendo así pérdidas de rendimiento. Además, en el ámbito de los videojuegos, ya vimos que los SoCs de Apple no destacan, y si bien ofrecen una buena tasa de frames en algunos títulos, la media de rendimiento es muy inconsistente.
Probablemente los MacBook Pro no aprovechen al máximo los futuros chips Pro y Max
No podemos negar que desde que Apple lanzo su chip Apple M1, la mejora de rendimiento y eficiencia ha sido impresionante. Comparado con los procesadores Intel y gráficas AMD que utilizaban en anteriores modelos, el nuevo chip fabricado por Apple los ganaba en todos los aspectos. Además, como dijimos antes, las versiones M1 Pro y M1 Max ofrecían una mejora de rendimiento enorme, sobre todo en el aspecto gráfico. Sin embargo, además de la pérdida de rendimiento por emulación e inconsistencia del rendimiento en juegos, hay que añadir otro aspecto y estos son los portátiles.
Estamos hablando de meter un Apple M2, que es en esencia un M1 con overclock, junto a una mejora gráfica que quizá es 4 veces superior al del M2, si sigue el mismo camino que el M1 Max. Todo esto, en un equipo portátil MacBook Pro, que tiene una capacidad de refrigeración limitada. Ya con los M1 Max, los MacBook Pro tenían consumos cercanos a los 150W en carga y una duración de batería jugando que apenas superaba 1 hora de duración.
Al tratarse de chips muy eficientes, este consumo era inferior a otros portátiles con Intel, AMD o NVIDIA, pero aun así generaba bastante calor. Por ello, se cree que los MacBook Pro con M2 Pro o M2 Max no se exprimirán al máximo y probablemente, pese a ello, sufran de thermal throttling. Respecto a la batería, mientras no se lleven a situación de estrés, deberían aguantar entre 8-16 horas como los anteriores modelos. Solo queda esperar para ver si estas especulaciones se cumplen, donde lo único en lo que estamos completamente seguros, es que serán muy caros.