La Steam Deck con Windows 10 empeora drásticamente el rendimiento en juegos

Tras el lanzamiento de los drivers de la Steam Deck para Windows 10, Linus Tech Tips realizó alguna que otra prueba de rendimiento comparando la consola con el sistema operativo de serie, SteamOS, basado en Linux, y modificada para correr Windows 10, y la conclusión es bastante simple: si quieres jugar a títulos de PC, mejor no toques nada.

Como ejemplo nos ponen el Hitman 3, donde la Steam Deck de serie ofrece un rendimiento medio de 34 FPS ejecutando el juego a una resolución de 1280 x 800 píxeles con gráficos Medios, algo que parece bastante bueno si en igualdad de condiciones la versión con Windows 10 ejecutaba el juego a 19 FPS.

Steam Deck con Windows 10

Un juego más exigente, como Elden Ring, en calidad gráfica Alta, y manteniendo la resolución, se mueve a 37 FPS de media en SteamOS frente a los 30 FPS en Windows 10, mientras que un juego muy bien optimizado como DOOM Eternal, pasamos de los rigurosos 60 FPS en Calidad Ultra a 47 FPS. Básicamente, aquí se nota como no todo está optimizado pensando en este hardware personalizado de la consola.

Windows 10 presenta también algún que otro problema, como que no muestra de forma correcta la lectura de la capacidad de la batería, que la pantalla o joystick no interactúe bien con algunos juegos que no sean de Steam, por no hablar de lo fustrante que es moverse por la interfaz del OS. Teniendo Steam abierto en segundo plano, Windows reconoce los trackpads como los del Steam Controller y ayuda ligeramente al movimiento del cursor del ratón.

Eso sí, como puntos positivos, la posibilidad de acceder a muchas tiendas distintas, Xbox Game Pass, software, o claro, emuladores.  Es por ello que Valve está trabajando en ofrecer un sistema Dual Boot para que el usuario pueda escoger entre iniciar la consola con SteamOS o Windows 10 según las necesidades que tenga en este momento y no sólo limitarse a un OS.

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