Las granjas mineras en Kazajistán están provocando una escasez de energía
El bajo coste de la energía en Kazajistán está comenzando a crear problemas en el país, ya que el operador de la red eléctrica del país, KEGOC, anunció que empezaría a racionar la electricidad a los 50 mineros registrados después de que su demanda invocara, al parecer, un modo de cierre de emergencia en tres centrales eléctricas en octubre. También serán los primeros en ser desconectados si se producen fallos en la red, dijo la empresa.
El Ministerio de Energía estimó que la demanda de electricidad se ha disparado en un ocho por ciento en lo que va de 2021, frente al más típico uno o dos por ciento. Desde octubre se han producido apagones en seis regiones del país.
Funcionarios y observadores han achacado los cortes de electricidad al creciente número de mineros de criptomonedas no registrados que generan ilegalmente la moneda desde sus casas o incluso fábricas. La guerra de China contra las criptomonedas puede ser en parte responsable. La demanda de energía comenzó a aumentar cuando las empresas mineras se trasladaron de China a otros países, y volvió a dispararse cuando China ilegalizó la minería el pasado mes de mayo. La electricidad ha sido relativamente barata en Kazajistán, lo que la convierte en un refugio para las empresas que esperan obtener mayores beneficios de las operaciones de criptografía.
Kazajstán está tratando de compensar la escasez de energía. Está pidiendo a una empresa energética rusa que complemente la red eléctrica nacional, y cobrará a los mineros registrados una cuota de compensación de 1 tenge (unos 0,0020 euros) por cada kilovatio-hora a partir de 2022. Sin embargo, ambos esfuerzos llevarán tiempo, lo que está obligando a los mineros a reducir sus actividades o a trasladar sus equipos.
También preocupa que el gobierno no sea honesto sobre sus problemas. Luca Anceshi, de la Universidad de Glasgow, afirmó a The Times que Kazajstán estaba culpando a los mineros de los problemas de fiabilidad de la red eléctrica del país.
vía: Financial Times