Review: Gigabyte Aorus FV43U (43” VA Quantum Dot 4K @ 144 Hz)

Cuando pensamos en un monitor, se nos hace difícil pensar en un modelo de más de 32 pulgadas, que ya de por si no son pocas. Es por ello que cuando nos plantamos delante del Gigabyte Aorus FV43U de 43 pulgadas lo primeo que pensamos es que estamos ante un televisor, aunque la ausencia de sintonizador lo convierte en lo primero. Pero es que si además entre sus prestaciones está un panel VA Quantum Dot con resolución Ultra HD y 144 Hz, estamos ante un producto realmente exclusivo.

Pero veamos en primer lugar todas las especificaciones técnicas al completo:

Gigabyte Aorus FV43U
Panel	VA Quantum Dot Direct Backlight
Diagonal	43 pulgadas
Formato	16:9
Resolución	3840 x 2160 píxeles
Tasa de refresco	144 Hz 120 Hz @ PS5/Xbox Series X\|S
Tiempo de respuesta	1 ms (MPRT)
Contraste	4000:1
Brillo	750 - 1000 nits (Típico - Pico)
Ángulo de visión	178º / 178º
Colores	10 bits (8 bits + FRC) 97% DCI-P3 / 150% sRGB / 99% AdobeRGB VESA Display HDR1000
Conectividad	2 x HDMI 2.1 1 x DisplayPort 1.4 1 x USB-C 1 x Jack 3,5 mm para auriculares 2 x USB 3.0
Soporte	Patas alzadoras VESA 200
Otros	Altavoces 2 x 12W con Space Audio Mando a distancia OSD Sidekick AIM Stabilizer Sync Black Equalizer Dashboard Crosshair Timer Counter KVM Flicker Free Bloqueo Kensington
Consumo	280W (máx.)
Dimensiones	967,2 x 638,16 x 215,31 mm (con patas) 967,2 x 585x89 x 87,6 mm (sin patas)
Peso	10 kg

Antes de comenzar la review queremos agradecer a Gigabyte su confianza en nosotros al enviarnos este producto para su análisis.

Índice de contenidos

1 Embalaje y Accesorios
2 Gigabyte Aorus FV43U
3 Pruebas
4 Conclusión

Embalaje y Accesorios

El Gigabyte Aorus FV43U viene en una inmensa caja de grueso cartón que recuerda a la de un televisor, tanto por tamaño como por la forma de su apertura con unos clips de plástico en la zona inferior.

En su interior, encontramos el monitor bien protegido por un marco de corcho que además organiza los accesorios en la zona superior.

Además de la documentación, se incluye un completísimo pack de accesorios compuesto por las 2 patas metálicas, un mando a distancia con 2 pilas AAA, cables de video HDMI y DisplayPort, un cable USB para la conexión al PC y cables de alimentación europeo y británico.

Gigabyte Aorus FV43U

Una vez insertamos las patas en el Gigabyte Aorus FV43U y lo colocamos sobre nuestra mesa, nos encontramos con lo que a todas luces parece un televisor de medias dimensiones, pues su estética es realmente mucho más parecida a estos que a monitores convencionales, sobre todo por las patas. Ofrece un diseño que diríamos que es sobrio de no ser por el margen inferior, muy agresivo y con el logo de Aorus dejando claro que estamos ante un producto gaming.

Centrándonos en su panel, estamos ante un modelo VA Quantum Dot de 43 pulgadas de diagonal que ofrece una resolución 3840 x 2160 pixeles (UHD/4K) más que justificada en sus dimensiones. Pero es la combinación con una frecuencia de actualización de 144 Hz y un tiempo de respuesta de 1 ms (MPRT) lo que lo hacen realmente ideal para jugar tanto en PC con Adaptative Sync como en PS5 / Xbox Series X, aunque en ellas estemos “limitados” a 120 Hz. Por si fuera poco, el Gigabyte Aorus FV43U especifica un brillo de 750 - 1000 nits (típico - pico) y un contraste típico de 4000:1, valores que junto a una profundidad de color de 10 bits (8 bits + FRC) le valen para obtener el certificado VESA Display HDR1000. Anotar que su gama cromática cumple con los perfiles DCI-P3 al 97%, sRGB al 150% y Adobe RGB al 99%.

Bajo dicho logo, encontramos un pequeño joystick que nos permite navegar por el menú OSD, aunque se hace mucho más practico con el mando a distancia.

En el margen izquierdo tenemos el conector de alimentación, mientras que en el derecho queda toda la conectividad. Son posiciones algo extrañas, pues dificultan ocultar le cableado, aunque son perfectas por si decidimos colgarlo de la pared.

El Gigabyte Aorus FV43U dispone de entradas de video muy variopintas, pues dispone de 2 puertos HDMI 2.1 y un DisplayPort 1.4, así como un USB-C. a excepción del último, todos permiten video 8K @ 60 Hz o 4K @ 120 Hz, mientras que el DisplayPort es el ideal para la conexión a PC con 144 Hz. Cuenta también con una salida de auriculares y un hub de dos puertos USB 3.0, el cual se conecta el PC desde el USB-B.

Lo que si ofrece un diseño ultra agresivo es el lado posterior aunque, por desgracia o por fortuna, quedará oculto casi con toda probabilidad.

Por último debemos anotar que un detalle peculiar de este “monitor” es que con las patas no tendremos regulación alguna de la posición, algo que dificulta una buena ergonomía, aunque sobre la mesa, nos quedara bastante centrada la pantalla frente a los ojos. Cierto es que podemos optar por un soporte VESA 200, el cual si nos podría permitir cierta regulación.

Pruebas

Si bien hemos realizado las pruebas técnicas en nuestro PC habitual de pruebas, para disfrutar de el Gigabyte Aorus FV43U al máximo lo hemos conectado a una Xbox Series X en nuestro garaje, pues en el despacho se hace casi imposible manejarse con sus dimensiones. Este es uno de sus hándicaps, pues necesitamos un escritorio muy amplio para colocarlo. El otro sería la distancia a la que lo usemos, pues como monitor para ofimática tendremos que mover mucho el cuello, pero como monitor para juegos… es simplemente insuperable.

Como adelantábamos, en consolas “solo” alcanzaremos 120 Hz de sus 144 Hz, solo disponibles en PC. Esto no supone un problema real, pues la mejora frente a los 60 Hz es realmente notable y la diferencia con el máximo apenas perceptible, pero es algo que no debíamos olvidar comentar.

De una u otra manera, disfrutaremos de su definición y tasa de refresco en títulos movidos, ya sean shooters como Call of Duty o juegos de conducción / naves donde igualmente se aprecia notablemente la tasa de refresco. Cierto es que en otros menos exigentes como aventuras gráficas no será tan importante, pero si se apreciará claramente en cualquier movimiento de cámara la fluidez que obtenemos con la alta tasa de Hz.

Si bien su resolución UHD seria muy buena para cualquier monitor, para una de estas dimensiones es realmente justa. Y es que, si nos ponemos la distancia convencional de un monitor, los pixeles serán apreciables, aunque no en demasía. Obviamente, a una distancia más prudencial, problema resuelto.

En donde si ofrece un rendimiento sensacional es en la representación del color, cumpliendo al 100% con el espacio sRGB, al 99% con el AdobeRGB y al 93% con el DCI-P3. Son valores tan buenos que podríamos usarlo para diseño sin ningún tipo de problema, mejorando incluso a modelos enfocados a estos menesteres.

Usando igualmente nuestro calibrador, hemos podido comprobar como el brillo típico al 100% es inferior a lo prometido (sin hablar del máximo en HDR), en torno a 560 nits. En cualquier caso, duplicamos el brillo que ofrecen los monitores gaming convencionales y tenemos más de un 50% extra frente a los modelos más destacados, por lo que brillo no nos faltará incluso con alta luz ambiente. Sin embargo, ofrece poca uniformidad del mismo, siendo muy alto hacia el centro y la izquierda y muy atenuado hacia la esquina inferior derecha. En la práctica, no es algo que se aprecie si no nos esforzamos concienzudamente en buscarlo, por lo que no debe molestarnos a menos de que seamos ultra exigentes en este sentido.

558	585	554
607	617	560
520	565	479

Hay que destacar que no hemos apreciado defectos de bleeding, clouding o glowing, siendo realmente bueno el panel en este sentido.

Pero donde este monitor termina de sacar los colores a la mayoría de los modelos del mercado es en su latencia, pues enfocado a jugar, que tenga una latencia media de 27,6 ms medida con LDAT es simplemente sensacional. debemos anotar que no hablamos de la latencia propia del monitor, sino de la del sistema completo desde que pulsamos el ratón hasta que se representa la imagen en pantalla.

No podemos por último dejar de hablar de sus altavoces, pues con su 2 x 10W ofrece potencia y calidad de sonido al nivel de un televisor bastante bueno. Además, tiene distintos modos de sonido accesibles desde el mando a distancia, un acierto para adaptarlo al tipo de uso.

Conclusión

El Gigabyte Aorus FV43U es claramente un producto que no está enfocado a todos los públicos, pues pocos tienen especio para colocarlo a modo de monitor y/o el presupuesto necesario para adquirirlo. Cierto es que si buscamos un monitor gaming de amplias dimensiones y 32 pulgadas se nos quedan cortas, modelos como este nos harán realmente felices con sus 43 pulgadas, su resolución UHD y sus 144 Hz.

Ya lo usemos con un potente PC o con una consola de última generación (120 Hz), le podremos sacar el máximo partido al ser también compatible con Adaptative Sync. Eso sí, no podemos olvidarnos de que su consumo puede superar los 200W, sobre todo con contenidos HDR, y que se calienta bastante, aunque es algo habitual en televisores.

Obviamente, todas estas prestaciones tienen un precio, y no al alcance de todos los bolsillos. Y es que podemos encontrar a la venta el Gigabyte Aorus FV43U en tiendas como PcComponentes por 1069 euros, un precio al alcance de pocos bolsillos y por el que obviamente compite con televisores de gama alta con mayor diagonal, incluso OLEDs.

Principales ventajas
+	Prácticamente único en prestaciones y dimensiones
+	Excelente calidad de imagen 4K Quantum Dot
+	Colores excepcionales, a nivel de monitor profesional
+	Excelente desempeño en juegos con sus 144 Hz / 1 ms
+	Adaptative Sync
+	Altavoces potentes y de muy buen sonido
+	Muy buena conectividad (2 x HDMI 1.2 + DP 1.4 + USB-C)
+	Opciones gaming de Aorus