Fallece Clive Sinclair, quien llevó la informática a las masas con su ZX Spectrum

Clive Sinclair, el ingeniero, inventor y empresario que contribuyó decisivamente a llevar los ordenadores domésticos a las masas, ha fallecido en el día de hoy a los 81 años de edad. Según su hija, Belinda Sinclair, Clive falleció en su casa de Londres en la mañana de hoy tras sufrir una larga enfermedad.

Hay que tirar de mucha hemeroteca si eres muy joven, pero a resumidas cuentas, fue el creador del ordenador ZX Spectrum, el cual, además de fácil de usar, era asequible, por lo que se popularizó con gran velocidad, y como otras muchas personas brillantes del sector, abandonó la escuela a los 17 años y se puso a trabajar durante cuatro años como periodista técnico para recaudar fondos y fundar su compañía Sinclair Radionics.

Clive Siclair dedicó toda su vida a idear formas innovadoras de introducir la electrónica en el ámbito doméstico, y otro de sus productos más populares fue la calculadora de bolsillo, o televisores portátiles, pero fue más conocido por popularizar el ordenador doméstico.

Su historia comienza vendiendo estos ordenadores en las tiendas británicas a precios relativamente asequibles, y hablamos de precios de 100 libras esterlinas (117 euros) de la época, cuando la competencia los vendía cinco veces más caros. El primero de ellos fue el ZX80 y vendió 50.000 unidades, mientras que su sucesor, el ZX81, costaba 69,95 libras y se vendieron 250.000 unidades.

Pese a sus agresivos precios, Clive Sinclair declaró en el 2010 a The Guardian: "En dos o tres años, obtuvimos 14 millones de libras de beneficios en un año".

Básicamente si eras un "gamer" en los 80', o comprabas una ZX Spectrum 48K o su rival, la Commodore 64. De este ordenador se llegaría a vender 5 millones de unidades sólo en Reino Unido, se usaba el lenguaje de programación BASIC y en esta época usar los casetes era lo más moderno para instalar tus juegos, nada de Steam.

Sin ir más lejos, a mediados de los 80 incluso lanzó su vehículo eléctrico de tres ruedas. En aquella época eso era una locura, y más en términos de seguridad al conducir un vehículo por debajo de la línea de visión de otros conductores o la exposición a los elementos. De prever 100.000 vehículos vendidos en un año, a  la bancarrota de su compañía, vendiendo así su negocio de ordenadores a Amstrad.