Pat Gelsinger, CEO de Intel, también indica que la escasez de chips durará «un par de años»
Pat Gelsinger, el CEO de Intel, en su discurso de apertura de Computex 2021, también se sumó a las declaraciones de las principales compañías de la industria confirmando que la escasez de chips nos acompañará aún por mucho tiempo, al menos durante "un par de años", muchos productos seguirán experimentando una escasez en el mercado. Básicamente, concuerda así con las últimas declaraciones del CEO de IBM, quien también pronosticó que conviviremos con la escasez de productos durante "un par de años".
Gelsinger afirmó que Intel está trabajando con socios de todo el ecosistema tecnológico para aumentar la producción y satisfacer la demanda. Detalló que la compañía casi ha duplicado su propia capacidad de fabricación de obleas en los últimos cuatro años.
"Aunque la industria ha tomado medidas para hacer frente a las limitaciones a corto plazo, el ecosistema aún podría tardar un par de años en solucionar la escasez de capacidad de fundición, sustrato y componentes de los chips".
Pat Gelsinger hizo un llamamiento para que todo el sector de los semiconductores "esté a la altura de las circunstancias y se asegure de que ningún cuello de botella individual limite el crecimiento de la industria, ya sean módulos Wi-Fi, sustratos, paneles o cualquier otro componente crítico".
La demanda es sólo una mitad del problema, la otra es la propia pandemia de COVID-19, que ha afectado a las cadenas de suministro de todo el mundo. La industria de los semiconductores no es inmune, ya que la empresa taiwanesa TSMC ha informado recientemente de la existencia de casos de COVID-19 entre su plantilla, mientras la isla se enfrenta a un brutal aumento de las tasas de infección por COVID-19.
Actualmente, TSMC tiene la presión de que finalmente su producción no se vea afectada en el futuro a pesar de sus mejores esfuerzos por detectar y aislar a los empleados infectados, ya que esto implicaría perjudicar a socios muy importantes de la industria como Apple, Qualcomm o AMD, y es que de esta última compañía dependen las consolas de Sony y Microsoft, o numerosos fabricantes de ordenadores de sobremesa y portátiles.