El Índice de Reparabilidad para dispositivos electrónicos aterriza en España
A finales de noviembre conocíamos que Francia comenzaría a etiquetar los dispositivos eléctricos con un índice de reparabilidad, y tras ellos ahora se espera que España sea el segundo país de la Unión Europea en adoptar este etiquetado obligatorio que proporcionará a los usuarios una información clara y visible sobre la vida útil y la capacidad de reparación de un producto antes de comprarlo.
Fue el propio Ministerio de consumo el que ha anunciado que comenzará a etiquetar los productos eléctricos y electrónicos en función de su reparabilidad, aunque no se reveló una fecha aproximada de cuándo comenzaremos a ver este etiquetado en los productos a la venta.
El Ministerio de Consumo está desarrollando un Índice de Reparabilidad que clasificará a los productos eléctricos o electrónicos. La iniciativa consiste en la creación de un sello que acompañará al producto en su embalaje y que ayudará a los consumidores a tomar mejores decisiones en el momento de la compra.
El objetivo de Consumo es incentivar, tanto en consumidores como en fabricantes, la reparabilidad frente a la obsolescencia, como forma de reducir la huella ecológica.
Así lo ha anunciado esta mañana el ministro de Consumo, Alberto Garzón, durante una conferencia organizada por Nueva Economía Fórum con motivo del Día Mundial de los Derechos del Consumidor. Durante su intervención, Garzón ha explicado que su cartera está inmersa en dos líneas de trabajo paralelas. La primera es el plan integral de consumo saludable en el que se insertan todas las medidas relacionadas con la promoción de hábitos beneficiosos para la salud. En segundo lugar, el departamento va a poner en marcha un paquete de medidas, donde se integra el Índice de Reparabilidad, para la promoción del consumo sostenible. Garzón ha explicado que se trata de un derecho de los consumidores para tomar decisiones acertadas.
El Índice de Reparabilidad consiste en una clasificación de los aparatos eléctricos y electrónicos en una escala de cero a diez puntos que se otorgan en base a cinco criterios objetivos. Para calcular el índice, se tendrá en cuenta la documentación proporcionada por el fabricante para la reparación y la facilidad para desmontar el producto.
También sumará en el cálculo la disponibilidad de piezas de repuesto, la relación entre el precio de las piezas de repuesto y del producto original, así como otros criterios específicos en función de la categoría AEE (asistencia y facilidad en el reinicio de software).
Cada baremo tendrá un máximo de veinte puntos. El Índice de Reparabilidad se calcula sumando todos los puntos y dividiendo el resultado entre diez. Serán los propios fabricantes o importadores quienes calculen el índice de los aparatos eléctricos o electrónicos que comercialicen, de acuerdo con los parámetros establecidos. Las autoridades de Consumo y de Vigilancia de Mercado serán quienes supervisen que el etiquetado es correcto.
Francia implantó este sistema en 2020, siguiendo las recomendaciones del Parlamento europeo. España será el segundo país en implantar la medida.