Intel revela que ha conseguido solucionar los problemas con su litografía a 7nm

Además de revelar los ingresos récord que cosechó en 2020, y hablar del futuro cercano con sus procesadores Rocket Lake-S y Alder Lake, Intel también habló de un futuro muy lejano, el que tiene que ver con su proceso de fabricación de 7nm, tranquilizando así a sus accionistas indicando que, tras varios retrasos, han conseguido solventar todos los problemas que tenían relacionados con el proceso de fabricación de 7nm.

Si todo va como hasta ahora, Intel será capaz de lanzar sus propios procesadores a un proceso de fabricación de 7nm durante el primer semestre de 2023, que será el mismo año cuando TSMC alcance su proceso de fabricación de 3nm. Pese a esta fecha tardía, los responsables de la compañía han confirmado que Intel se mantendrá fiel a su fabricación interna, por lo que no venderá sus propias fábricas, pero han subrayado que seguirá siendo necesaria cierta externalización de su producción para satisfacer la demanda del mercado.

"Sé que todos están ansiosos por saber más de mí y sobre nuestros planes a largo plazo, y compartiré mis perspectivas detalladas cuando asuma mi nuevo cargo a mediados de febrero", dijo Pat Gelsinger, el futuro CEO de Intel.

"Dicho esto, quiero dar mi opinión específicamente sobre el progreso del  proceso de fabricación de 7 nanómetros. Tuve la oportunidad de  examinar personalmente el progreso de la tecnología de 7nm de Intel durante la última semana. Basándome en las primeras revisiones, estoy satisfecho con los progresos realizados en la salud y la recuperación del programa de los 7nm.

Confío en que la mayoría de nuestros productos de 2023 se fabricarán internamente. Al mismo mismo tiempo, dada la amplitud de nuestra cartera, es probable que ampliemos el uso de fundiciones externas para determinadas tecnologías y productos. Daremos más detalles al respecto, así como nuestra hoja de ruta (roadmap) para 2023, una vez que evalúe plenamente el análisis realizado y el mejor camino a seguir.