Qué son los GNA (Generadores de Números Aleatorios) y cómo funcionan

Los casinos online son uno de los entretenimientos más difundidos de la web en los últimos años. Su popularidad se apoya en la amplia variedad de juegos y en la posibilidad de ganar dinero real a través de las apuestas. Esta industria conjuga los últimos avances en tecnología virtual con el desarrollo de métodos seguros para realizar transacciones en línea.

Los operadores de juego online se sostienen gracias a una política de inclusión constante de nuevos usuarios. Para mantener estos niveles, los casinos acuden a pautas publicitarias atractivas y novedosas, que se hallan en numerosos medios masivos.

Sin embargo, ¿Cómo funcionan los juegos de los casinos online? ¿Hay alguna garantía de que sus sistemas son realmente imparciales? La clave de esta cuestión son los GNA, es decir, los generadores de números aleatorios. En este artículo explicaremos los puntos principales para entender esta noción fundamental.

Los secretos de los Generadores de Números Aleatorios

En los casinos presenciales, cada juego cuenta con la presencia de un crupier que mezcla las cartas o lanza la bolilla en la ruleta. La persona a cargo de esto realiza su trabajo frente a los jugadores, lo cual es una muestra de la transparencia del juego. En el caso de los casinos online, esta tarea está a cargo de los sistemas de GNA, o RNG por sus siglas en inglés (random number generator).

Así pues, el rol de los GNA es sustancial. De su eficiencia depende la objetividad de cada juego y la credibilidad de los casinos. El sistema consiste en una serie compleja de mecanismos. La base es el sistema que produce una serie de números aleatorios de manera permanente.

Cuando el usuario hace click en el botón que impulsa el juego (como “repartir” o “girar”), el sistema impulsa lo que se conoce como “gatillo”. Esto hace que el sistema lance una de las series de números aleatorios al azar. De esa manera, la cifra se transfiere al software y se materializa en el resultado, ya sea una carta o giro.

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Los mecanismos del juego

Los GNA funcionan a través de algoritmos altamente sofisticados. A su vez, estos algoritmos constan de cuatro partes sustanciales:

  • El valor inicial o semilla
  • La constante multiplicativa
  • La constante aditiva
  • El respecto al cual se calculan los restos

La mayor parte de los números utilizados por los casinos online son, en realidad, pseudoaleatorios. Esto quiere decir que uno de los valores está introducido de manera interna y permanece constante. Este valor es el llamado “semilla”. Al partir de la misma semilla, se obtienen secuencias de valores semejantes.

Mantener la transparencia

Los casinos online deben demostrar que sus GNA son verdaderamente confiables. Para tal fin, acuden a las autoridades internacionales de control del juego. Entre ellas se incluyen organizaciones como la Autoridad de Juego de Malta, la Autoridad Regulatoria de Gibraltar y la Comisión de Juego del Reino Unido, entre otras.

Estas entidades expiden licencias y certificados de calidad que pueden ser consultados en la página principal de cada operador. Estos documentos indican que los GNA son efectivamente fiables y que los juegos no involucran estafas. Por eso es que solo se puede confiar en los casinos online que presenten estos sellos.

Además, los operadores de juego deben contar con la habilitación de las autoridades nacionales pertinentes. En el caso de España, se trata de la DGOJ (Dirección General de Ordenación del Juego), que pertenece al Ministerio de Hacienda.

¿Es posible burlar los GNA?

Los juegos de casinos se regulan según probabilidades matemáticas, calculables y objetivas. Por lo tanto, un experto en estos temas podría encontrar la manera de engañar al sistema. Sin embargo, esta práctica puede presentar riesgos legales.

Tal es el caso del matemático ruso conocido por su nombre de pila, Alex, quien utilizó su talento para desentrañar los GNA de algunos de los juegos más conocidos. Su equipo de trabajo recorría numerosos casinos alrededor del mundo con el fin de enviar videos a la oficina central en San Petersburgo. Al usar la información recopilada, el grupo podía burlar los sistemas y ganar sumas de hasta 250.000 dólares semanales.

Sin embargo, estos procedimientos se daban en un marco legal poco claro. Alex afirmaba que su trabajo no pasaba por encima de ninguna ley vigente en Rusia. Los operadores de juego, por el contrario, aseguraban que esta práctica era ilegal y debía ser impedida.

Finalmente, Alex utilizó sus conocimientos para negociar una salida con Aristocrat, una de las desarrolladoras cuyos juegos habían sido blanco de sus prácticas. De todos modos, estas operaciones pueden derivar en arrestos o multas, según la legislación de cada país.