Tras The Witcher, Assassin's Creed será el próximo juego Triple A en tener una serie en Netflix

Tras The Witcher, Assassin’s Creed será el próximo juego Triple A en tener una serie en Netflix

Mediante un pequeño teaser de apenas 10 segundos de duración, Netflix ha revelado que tras el éxito cosechado por The Witcher, otro gran juego tendrá su propia serie con actores reales (Live-Action), y este no es otro que el Assassin's Creed.

Esto será posible gracias al acuerdo firmado entre Netflix y Ubisoft, el cual se indica que está en fase desarrollo y que están buscando un showrunner para el proyecto. Este acuerdo también permitirán otros dar vida a otras series de acción, animación y anime basadas en la franquicia.

"Durante más de 10 años, millones de fans de todo el mundo han ayudado a convertir la marca Assassin's Creed en una franquicia icónica", dijo Jason Altman, director de Ubisoft Film and Television Los Angeles. "Estamos encantados de crear una serie de Assassin's Creed con Netflix y esperamos desarrollar la próxima saga en el universo de Assassin's Creed".

"Estamos muy contentos de asociarnos con Ubisoft y dar vida a la rica y variada narración de historias por la que Assassin's Creed es tan querido", dijo Peter Friedlander, vicepresidente de originales de Netflix. "Desde sus impresionantes mundos históricos y su enorme atractivo global como una de las franquicias de videojuegos más vendidas de todos los tiempos, nos comprometemos a elaborar cuidadosamente un entretenimiento épico y emocionante basado en esta distintiva IP (Propiedad Intelectual) y a proporcionar una inmersión más profunda para que los fans y nuestros miembros de todo el mundo disfruten".

Desde su lanzamiento en 2007, la serie Assassin's Creed, que comprende 11 juegos hasta la fecha, ha vendido más de 155 millones de copias en todo el mundo y es una de las series más vendidas en la historia de los videojuegos. La franquicia ya fue adaptada a la gran pantalla, con la película de 2016 protagonizada por Michael Fassbender. La película recaudó 240 millones de dólares en todo el mundo (con un presupuesto de 125 millones de dólares).