Review: Drift DZ200 (mesa gaming)
Tras probar ayer la silla gaming Drift DR550, con nosotros tenemos hoy su compañera ideal, la mesa gaming Drift DZ200. Básicamente, estamos ante una mesa de escritorio mejorada con algunos detalles pensados para jugadores y usuarios de PC en general, aunque los iremos viendo a lo largo de la review.
Veamos en primer lugar sus especificaciones técnicas:
Drift DZ200 | |
Tablero | Aglomerado de madera de 2 cm de grosor Alfombrilla lavable completa |
Estructura | Acero |
Dimensiones | 140 x 65 x 75 cm (ancho, profundo, alto) |
Peso | 23 kg |
Otros | Soportes para auriculares y
bebida Compartimento para cables |
Antes de comenzar la review, agradecer a Drift su confianza en El Chapuzas Informático al mandarnos esta Drift DZ200 para su análisis. ¡Comencemos!
Índice de contenidos
Embalaje y Accesorios
La Drift DZ200 llega en una caja de cartón neutro bastante pesada, en torno a 27 kg, la cual protege en su interior con un marco de cartón todos los componentes que forman la mesa.
Para hacer compacto su embalaje, encontramos el tablero dividido en dos partes, las dos patas metálicas laterales, unos brazos que las unen y los accesorios y tornillería para finalizar su montaje, así como el manual a seguir para hacerlo.
Montaje
En esta sección os iremos mostrando los pasos a seguir para el montaje de la mesa, siguiendo los propios pasos del manual de montaje.
En primer lugar, debemos unir los dos brazos metálicos que soportan el tablero, teniendo cuidado de la orientación de los tornillos. A continuación, solo tenemos que fijar dichos brazos a las patas laterales y ya tenemos toda la estructura de acero lista.
A ella hay que añadir unas pletinas laterales y una central a las que atornillaremos luego el tablero.
Para las patas, contamos con unos embellecedores de plástico que, si bien no son necesarios porque de por si quedan bien, tienen un acabado menos fino de lo que nos gustaría.
Siguiendo el manual, toca colocar el tablero en el suelo para proceder a atornillarlo a la estructura de acero, recomendado eso si colocar debajo algunos de los corchos incluidos en el embalaje para no arañarlo.
Como vemos en la imagen anterior, tenemos que colocar un total de 14 tornillos para que los dos paneles queden fijados y unidos entre sí, quedando bastante pegados casi como uno solo, añadiendo un pequeño listón adicional a la parte posterior.
Es ahora el turno de los remates, empezando por las 4 patas de plástico enrocadas que nos permiten regular ligeramente la altura de cada esquina para salvar cualquier desnivel del suelo.
En la parte posterior, colocaremos un cajón que nos permite ocultar el cableado, un detalle sensacional que todo pecero agradecerá.
Pero quizás los dos detalles que sobresalen por encima de las mesas de escritorio convencionales son el soporte para bebidas y el soporte de auriculares, uno a cada lado de la mesa y en ambos casos realmente útil.
Ya con todo montado, damos la vuelta a la mesa y solo nos queda colocar la alfombrilla textil que cubre toda la superficie de esta para terminar de convertirla en una mesa gaming. Anotar que podemos quitarla para lavarla cuando queramos, aunque tendremos que obviamente quitar todo lo que tengamos sobre la mesa.
Drift DZ200
Tras un proceso de montaje que puede tomarnos una media hora si somos relativamente hábiles en el montaje de muebles y hasta una hora en caso contrario, colocamos nuestro equipo sobre la mesa y ya por fin la convertimos en un escritorio gaming de verdad. Debemos decir que la mesa se siente bastante robusta, más asentada con el equipo ya montado encima, aunque debemos apretar bien todos los tornillos y tener cuidado al alinear los paneles de la superficie.
Unida a la silla gaming Drift DR550 queda una configuración realmente sensacional, perfecta para los amantes de la estética gaming en negro y rojo. El tablero de 140 x 65 cm nos ofrece espacio suficiente para colocar nuestra torre a un lado, el monitor en el centro, nuestros periféricos e incluso algún extra como el que vemos en la siguiente imagen.
Si bien los tableros tienen un acabado imitando a la fibra de carbono, la alfombrilla incluida cubre toda la superficie a la perfección, exceptuando los huecos pasacables claro. Esta ofrece un buen deslizamiento y es tipo neopreno, por lo que repele el agua y puede limpiarse con facilidad, aunque si queremos meterla en la lavadora tendremos que desmontar todo el equipo, o al menos ir levantándolo y quitándola.
Que cuente con dos huecos pasacables es todo un acierto, pues facilita dejar el escritorio organizado, sobre todo para los cables de los periféricos, aunque con los huecos que tenemos los lados del listón del fondo, tampoco era del todo necesario incluirlos, pues no tenemos el problema de que choquen los cables al pegar la mesa a la pared. Eso sí, lo mejor es el cajón bajo la zona del monitor, perfecto para ocultar un poco el molesto cableado que siempre acompaña a un PC.
Como adelantábamos, uno de los puntos fuertes de la mesa está en el soporte de auriculares, mientras que el otro está en el soporte para la bebida. Ambos deben ser instalados a la izquierda y derecha respectivamente, pues los huecos para los tornillos así se corresponden, algo que para zurdos puede ser un inconveniente, pues coger la bebida con la mano menos hábil no es muy producente.
Conclusión
Tras horas sentados en la Drift DR550 frente a la Drift DZ200, hemos podido comprobar como su amplia superficie nos permite incluso colocar nuestro benchtable sin demasiados problemas, aunque mejor usar una caja convencional para mayor comodidad. Esta no debe ser de más de 60 centímetros de profundidad si queremos dejarla bien apoyada sobre la mesa, aunque sabiendo que la media está en torno a 50 centímetros, no será un problema. Igualmente tenemos espacio para un monitor de 27 pulgadas sin ningún tipo de problemas e incluso de 32 no debe serlo, aunque los ultrapanoramicos podrían quedar demasiado ajustados a la torre, que bien podríamos poner en el suelo en caso de molestarnos. En cualquier caso, tenemos espacio de sobre para el teclado, el ratón y cualquier trasto que queramos añadir a nuestro equipo, incluso un segundo monitor algo más compacto.
Como hemos ido comentando a lo largo de la review, son muchos los detalles que la convierten en una mesa gaming, aunque los más destacados son la alfombrilla que cubre toda su superficie, su soporte de auriculares y, aunque no de más FPS, el soporte para bebidas, algo que a ningún gamer puede faltar cerca y que, al estar por debajo del nivel de la mesa, evita posibles derramamientos.
Podemos adquirirla en la web oficial de la marca por 179,90 euros, un precio dentro de lo esperado para la nueva moda de las mesas gaming, aunque ciertamente estamos viendo últimamente mucha competencia en el sector con incluso alternativas RGB. Eso sí, al compararla con la clásica Bekant de IKEA, ofrece muchos extras al mismo precio, aunque con acabados algo menos finos.
Principales ventajas | |
+ | Tablero amplio y con buena profundidad, importante para un escritorio de PC |
+ | Buena robustez, queda bien firme con el equipo encima |
+ | Soporte para auriculares y para bebida |
+ | Cajón organizador del cableado |
+ | Incluye una alfombrilla que cubre toda la superficie |
Aspectos Negativos | |
- | Acabados mejorables |
- | No podemos cambiar la posición de los soportes |
Otros Aspectos | |
* | No es difícil de montar, aunque algún paso del manual podría estar mejor dibujado |
Desde El Chapuzas Informático le otorgamos el Galardón de Oro a la mesa gaming Drift DZ200.