Honeywell anuncia el ordenador cuántico más potente del mundo
Honeywell anunció en el día de hoy que han creado el ordenador cuántica más potente del mundo. Su nueva solución permite un volumen de computación cuántica de 64, el doble del volumen cuántico del ordenador cuántico más potente del mundo, el IBM Raleigh.
Sí, ahora esto es un lío, antes era tan fácil de hablar de un rendimiento en qubits, pero parece ser que no era una medida definitiva de rendimiento, sino una parte del cálculo del volumen cuántico aquí indicado, el cual sí expresa el rendimiento final se un ordenador cuántico.
La medición de las capacidades de un ordenador cuántico requiere una medición que pueda resumir la compleja operación. El volumen cuántico es una métrica que puede utilizarse para expresar la eficacia de un determinado ordenador cuántico.
Las diversas plataformas de hardware cuántico disponibles hoy en día tienen una amplia gama de especificaciones, lo que dificulta la diferenciación de las capacidades generales de las máquinas, incluso para los expertos. Por eso es necesaria una medición simple como el volumen cuántico, desarrollado por IBM.
"Cuanto mayor es el volumen cuántico, más complejos son los problemas que se pueden resolver", dijo la Dra. Patty Lee, científica jefe de Honeywell Quantum Solutions.
"Habla de la calidad de los qubits", dijo Paul Smith-Goodson, un veterano analista cuántico de Moor Insights. Moor Insights & Strategy, que proporciona análisis, asesoramiento y consultoría a muchas empresas de alta tecnología en la industria, cubre también a Honeywell. "Habla del diseño de lo que Honeywell ha hecho con su ordenador cuántico."
Cuando se realizan operaciones en el nivel cuántico, entran en juego una infinidad de factores que influyen negativamente en el rendimiento además del número absoluto de qubits, como la tasa de error de cálculo (es decir, la frecuencia con la que el sistema da una respuesta errónea a un problema determinado), así como el nivel de conectividad de los qubits.
La conectividad de los qubits expresa una relación entre las capacidades de hardware cuántico de una máquina determinada y la capacidad del sistema para distribuir las cargas de trabajo entre los qubits -a veces las cargas de trabajo sólo pueden distribuirse a dos qubits adyacentes, otras veces pueden distribuirse a qubits más alejados dentro del sistema sin perder la coherencia de los datos y sin afectar a las tasas de error-, aumentando así el rendimiento y la flexibilidad de los sistemas para procesar las cargas de trabajo.
Los ordenadores cuánticos son realmente magníficos cruces de la ciencia, la ingeniería de materiales y la informática. Por supuesto, la carrera armamentística de la computación cuántica significa que el sistema de Honeywell será destronado por el volumen cuántico muy pronto.
vía: TechPowerUp