Review: Sharkoon RGB Flow
Con nosotros tenemos hoy la Sharkoon RGB Flow, una semitorre con diseño minimalista que ofrece un frontal mitad cerrado mitad mallado como seña de identidad, a lo que se une una tira de iluminación LED RGB direccionable para terminar de decorarla.
Veamos para comenzar sus especificaciones técnicas:
Sharkoon RGB Flow | |
Formato | Semitorre / ATX |
Dimensiones | 481 x 206 x 424 mm (alto, ancho, profundo) |
Peso | 6 kg |
Materiales | Frontal de plastico y malla metálica Lateral principal de cristal templado |
Bahías | Internas: Hasta 2 x 3.5 pulgadas Hasta 6 x 2.5 pulgadas |
Refrigeración | Frontal: 2 x 120 mm (1 incluido) Trasero: 1 x 120 mm Superior: 2 x 120/140 mm |
Radiadores Compatibles | Frontal: 240/120 mm (64 mm de grosor) Trasero: 120 mm Superior: 280/240/140/120 mm (55 mm de grosor) |
Ranuras expansión | 7 slots |
Conectores | 2 x USB 3.0 1 x USB 2.0 2 x Jack 3.5 mm (auriculares y micrófono) |
Capacidad | Disipador: 157 mm Gráficas: 350 mm Fuente: ATX 215 mm |
Otros | Controlador RGB direccionable de 4 puertos |
Antes de comenzar la review, queremos dar las gracias a Sharkoon por cedernos esta caja para su análisis.
Índice de contenidos
Embalaje y Accesorios
La Sharkoon RGB Flow viene en una caja de cartón blanca que nos muestra su diseño en líneas, así como sus especificaciones técnicas y sus principales características, mientras que, en su interior, un marco de corcho y una bolsa de plástico protegen la caja de los infortunios durante su transporte.
Además del manual de usuario y una tarjeta de advertencia de riesgos, encontramos ya en el interior del chasis una bolsa con los accesorios, la cual contiene la tornillería, algunas bridas, gomas antivibraciones para un posible HDD y una tapa de slot reutilizable.
Una vez desembalamos al completo la Sharkoon RGB Flow, nos encontramos ante una semitorre con unas dimensiones de 481 x 206 x 424 mm (alto, ancho, profundo) y con un peso de 6 kg. Si bien sus dimensiones están dentro de la media, su peso si es algo más ligero de lo habitual para contar con cristal templado, por lo que ya nos augura un chasis algo fino, aunque de esperar en su gama.
Como adelantábamos, su frontal combina una zona de plástico negro con una malla metálica que son separadas por una tira RGB direccionable. La zona mallada permite la entrada de aire al interior del chasis para el ventilador inferior sin problemas y parcialmente para un segundo, pero no para un tercero superior, motivo por el que especifican que solo admite 2 ventiladores frontales y no 3.
Como en la mayoría de chasis modernos, el lateral principal está cubierto de cristal templado tintado para dejar entrever los componentes. Al igual que en el frontal, una tira RGB direccionable separa el cristal de la zona inferior, un carenado metálico para la fuente de alimentación.
Mientras, el lateral secundario, es metálico y completamente cerrado.
El lado posterior deja ver como la fuente de alimentación queda en posición inferior y como sobre ella contamos con 7 slots de expansión, así como con el espacio para colocar un ventilador de 120 mm, que permite regular en altura. Anotar que las tapas de los slots son de un solo uso a excepción de la primera, por lo que debemos tener cuidado de no dejar más que una libre, pues solo tenemos una de repuesto en el kit de accesorios.
La zona superior ofrece un filtro antipolvo magnético que oculta el espacio para una pareja de ventiladores de 120/140 mm, quedando los puertos y botones en el lado frontal.
Disponemos de una pareja de puertos puerto USB 3.0, un USB 2.0 adicional y la habitual pareja de jacks de 3.5 mm para auriculares y micrófono, quedando acompañados por los botones de encendido y reset.
Por último, la base ofrece 4 platas de plástico que son remadas por tiras de goma para evitar transferir vibraciones a la mesa, contando también con un filtro antipolvo removible que cubre la zona de la fuente de alimentación.
Interior
Tras retirar las tapas laterales, pasamos a ver como en el interior de la Sharkoon RGB Flow tenemos espacio para instalar una placa base ATX, aunque obviamente también las de menor formato como micro-ATX o mini-ITX. Sobre ella podemos colocar un disipador hasta 157 mm de altura y gráficas con hasta 350 mm de longitud, por lo que solo nos limitarían los modelos más exagerados del mercado. Además, a su derecha, podemos instalar 2 unidades de 2,5 pulgadas sobre el propio chasis.
Como adelantábamos, la zona inferior queda carenada para ocultar la fuente de alimentación y su cableado, ofreciendo en la superficie 2 bahías de 2,5 pulgadas para posibles SSDs. Además, deja espacio en el margen derecho para el ventilador frontal y un posible radiador de hasta 65 mm de grosor.
El frontal, sorprende por permitir la instalación de hasta 3 ventiladores de 120 mm, aunque como ya hemos dicho, el superior quedaría inhabilitado por estar el frontal cerrado en esa zona. Por lo tanto, podemos instalar una pareja de ventiladores de 120 mm acompañados de un radiador de hasta 240 mm, más que suficiente para la mayoría de usuarios.
En el lado posterior, vemos de nuevo las tapas de slots de un solo uso y el espacio para instalar un ventilador de 120 mm, el cual no viene incluido, pero podemos usar el frontal si instalamos una refrigeración liquida en dicha posición.
Tumbamos la torre para ver como el lado superior también permite la instalación de una pareja de ventiladores, esta vez de 120/140 mm y con la posibilidad de unirles un radiador de hasta 280 mm y 55 mm de grosor.
Toca ahora girarla para ver el lado posterior, donde un buen puñado de cables demuestran que podemos organizarlos con facilidad, pues hasta con ellos cierra.
En la zona inferior, disponemos del espacio para la fuente de alimentación ATX de hasta 215 mm de profundidad, así como de 2 bandejas para la instalación de 2 unidades de 3,5/2,5 pulgadas.
Pero lo más destacable es el pequeño controlador RGB direccionable de 4 canales que permite controlar la tira ya instalada y otras que añadamos, o más probablemente ventiladores RGB.
Por último, echamos un vistazo al cableado, el cual es el esperado, añadiendo un conector SATA para alimentar el controlador y un RGB de 4 pines para controlar la iluminación desde el software de nuestra placa base.
Conclusión
La Sharkoon RGB Flow ofrece todo lo que podemos pedirle a un chasis para que sea moderno y minimalista, con ciertos detalles RGB para que tampoco pase desapercibido. Su diseño permite que los componentes menos estéticos queden ocultos y los más llamativos a la vista, permitiendo además organizar a la perfección el cableado y una refrigeración más que buena. Cierto es que podría mejorar en algunos aspectos como las tapas de slots de un solo uso o que el frontal admitiera un tercer ventilador, pero igualmente cierto es que se trata de un chasis económico y nadie ofrece todo en dicha gama.
Y es que podemos encontrarla a la venta en Amazon por unos 55 euros, un precio realmente atractivo para sus prestaciones y acabados, siendo muy competitiva en el mercado.
Principales ventajas | |
+ | Diseño minimalista a la vez que elegante |
+ | Frontal mallado en su zona inferior para una buena entrada de aire |
+ | Lateral principal de cristal templado |
+ | Fuente de alimentación carenada |
+ | Controlador LED RGB de 4 canales |
+ | Permite radiador dual frontal y superior |
Aspectos Negativos | |
- | Tapas de slots de un solo uso |
- | No admite un tercer ventilador frontal |
Otros Aspectos | |
* | Solo incluye un ventilador, aunque lógico en su gama |
* | Compatible con disipadores de hasta 157 mm |
Desde del El Chapuzas Informático le otorgamos el Galardón de Oro al chasis Sharkoon RGB Flow.