Mientras que Intel anuncia «ingresos récord», se prepara para despedir a cientos de trabajadores
Si hace unos minutos poníamos en duda los "ingresos récord" que Intel ha presentado, ahora llega una noticia complementaria, y es que, si una compañía tiene ingresos récord, ¿por qué ahora se ha revelado que planea despedir a cientos de empleados en Oregón?.
Ya habíamos indicado que la compañía generó 1.300 millones de dólares menos respecto a 2018, y eso que tuvo una "ayuda", más de 3.000 personas fueron despedidas, lo que supone un ahorro significativo a lo largo del año, y esta lista seguirá en aumento, indicándose que será el mayor recorte de empleados visto desde el año 2016, cuando la compañía despidió y jubiló de forma anticipada a 15.000 trabajadores. Si bien se indica que esta nueva ronda de despidos no será tan elevada, al menos afectará a "cientos" de puestos de trabajo.
Según indica el periódico local Oregon y Oregon Live, las oficinas de Oregón serán las más afectadas, pero también se realizarán despidos en otros lugares al rededor del mundo. Intel rechazó hacer declaraciones sobre el asunto, y claro, tras presentar los resultados financieros "récord", no es una noticia de buen gusto, por lo que es de esperar que a partir de la próxima semana la compañía anuncie estos recortes.
Fuentes de otras empresas de Intel dicen que la compañía también planea recortes más amplios, y dicen que la división de software en particular se enfrenta a una reducción significativa. El sitio de noticias de la industria, SemiAccurate, informó el lunes que sus fuentes esperan recortes en todos los grupos de negocios de Intel.
El último despido importante de Intel desencadenó una enorme tensión cultural dentro de la compañía, ya que los empleados vieron salir a 15.000 de sus colegas. El ex CEO Brian Krzanich, admitió más tarde a los trabajadores que la compañía manejó mal los despidos y reconoció que los recortes fueron demasiado "duros y rápidos".
Una investigación realizada por The Oregonian se topo con que los despidos en 2015 y 2016 cayeron fuertemente sobre los trabajadores más antiguos de la compañía. Los organismos federales de control laboral están en su quinto año investigando las acusaciones de discriminación por edad contra la compañía en relación con esos despidos.
Fuentes de dentro de la compañía describen los despidos pendientes de este año como un ajuste incremental, y dicen que Intel está temerosa por no repetir la traumática experiencia de sus recortes de 2016