Un científico crea un «agujero negro» a escala en su laboratorio
Jeff Steinhauer, un científico de la Universidad de Tecnología de Haifa, en Israel, ha logrado crear un agujero negro microscópico. Por suerte, estos objetos no son más que humildes partículas que carecen de la fuerza de succión de un agujero negro real.
Estos agujeros negros, creados artificialmente en un laboratorio, se conforman de 8.000 átomos de rubidio que Steinhauer ha enfriado hasta casi el cero absoluto y luego excitado con un láser. Puede que no tenga la espantosa fuerza de succión de uno real, pero este agujero negro en miniatura está construido a escala. Pese a ello, su creador afirma que si nos acercamos lo suficiente veremos un horizonte de eventos en miniatura.
En un agujero negro real, la gravedad es tan fuerte que una vez que cruzas su horizonte de eventos, ni siquiera la luz puede escapar. La réplica de Steinhauer, técnicamente llamada condensado de Bose-Einstein, tiene la misma propiedad, pero para las ondas sonoras. Pasado su límite, no pueden escapar las vibraciones sónicas.
Este trabajo es un ejemplo de nuevos tipos de experimentos científicos denominados simuladores cuánticos. Los simuladores cuánticos son réplicas a pequeña escala de fenómenos naturales complicados cuyo comportamiento obedece las reglas de la mecánica cuántica. Es el equivalente cuántico de construir un avión a escala para predecir cómo volaría un avión real, afirma el físico Ignacio Cirac, del Instituto Max Planck de Óptica Cuántica.
Es importante recordar que los simuladores cuánticos son réplicas. La masa atómica de Steinhauer se relaciona con un agujero negro astronómico "como una onda de agua a una onda de luz", manifiesta el físico Robert Wald, de la Universidad de Chicago. Tanto las ondas de agua como las ondas de luz consisten en crestas y canales ondulantes, y obedecen muchas de las mismas ecuaciones matemáticas. Al igual que los dos tipos de ondas, el agujero negro y su simulación, son objetos diferentes hechos de distintos materiales.
vía: nature