Rusia buscará desconectarse de Internet en dos semanas, usará su propia infraestructura

En las próximas dos semanas, Rusia planea realizar algo que ningún otro país ha intentado antes: Intentará desconectarse electrónicamente del resto del mundo mientras mantiene su Internet funcionando. Esto significa que tendrá que redirigir todos sus datos internamente, en lugar de confiar en los servidores alojados en el extranjero.

Con este movimiento, el gobierno ruso obtendrá un control aún mayor sobre la libertad de sus ciudadanos. Esto ha sido posible con su nueva ley "sovereign internet", la cual se aprobó el pasado 1 de noviembre de 2019, cuando realmente estaba prevista para el 1 de agosto de 2018.

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El coste inicial del proyecto ha sido establecido en 34 millones de euros por el regulador financiero de Rusia, pero es probable que requiera de mucha más financiación. Uno de los autores del plan ha afirmado que se requerirá de unos 272 millones de euros para que el proyecto se lleve a cabo.

Esta nueva ley ha demostrado ser profundamente impopular con el público. Se estima que 15.000 personas salieron a las calles de Moscú a principios de este mes para protestar contra la ley, una de las manifestaciones más grandes en años.

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Protesta contra el aislamiento de RuNet (Internet ruso) en Moscú el 10 de marzo de 2019. Manifestantes que piden la libertad de internet. © 2019 Anatoly Zhdanov / Kommersant / Sipa EE. UU.

El equipo que los proveedores de servicios de Internet deben instalar, llevará a cabo una inspección profunda de paquetes (DPI), un método avanzado de monitoreo de red que puede usarse para bloquear o vigilar el tráfico. Según fuentes oficiales, el objetivo de esta medida es proteger los sitios web y servicios en línea rusos de amenazas externas.

Los expertos han criticado el uso de DPI como una invasión de la privacidad de las comunicaciones y un medio para la represión política total. Aunque un asesor del presidente Vladimir Putin reconoció que el equipo no está listo para instalarse en todo el país, los medios informaron que ya se está probando en varias ciudades de los montes Urales y en Tyumen.

En cambio, la ley crea un sistema que está abierto al abuso al darle al gobierno una capacidad y autoridad virtualmente ilimitada para monitorizar continuamente toda la actividad de Internet para identificar posibles amenazas. Si los proveedores de servicios no cooperan con las demandas de las autoridades, podrían ser desconectados de Internet.

Aunque todavía no está claro cuándo la ley se convertirá en realidad, el gobierno ruso no es conocido por ser flexible o responder a la presión pública. Es mucho más probable que se retrase antes de que muera.

vía: hrw

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