Alemania también modifica los genes de los cerdos para emplear sus órganos en humanos
En una granja en Bavaria, investigadores alemanes están utilizando la modificación de genes para crear cerdos que podrían proporcionar órganos viables para el trasplante humano. Para un ojo inexperto, estos cerdos se parecen a casi cualquier otro cerdo, pero más pequeños.
Lo que hay dentro de este animal es lo que importa. Se han realizado cuatro modificaciones genéticas en sus cuerpos que provocan que sus órganos sean más propensos a ser aceptados cuando se trasplantan a un humano. Si todo va de acuerdo con sus planes, el corazón que bombea dentro de un cerdo como este, podría algún día latir dentro de una persona.
Por todo el mundo ya se están realizando pruebas con diferentes tipos de tejidos de cerdos genéticamente modificados. En China, unos investigadores han trasplantado células de islotes pancreáticos, productores de insulina de cerdos modificados genéticamente a personas con diabetes. Un equipo en Corea del Sur afirman que están listos para intentar trasplantar córneas de cerdo en personas, una vez que obtenga la aprobación de su gobierno.
Por último, el Hospital General de Massachusetts, unos investigadores informaron en octubre que habían usado piel de cerdo modificada genéticamente como una cobertura temporal para personas con quemaduras graves. El parche para la piel, dicen, funcionó tan eficazmente como la piel humana, que es mucho más difícil de obtener.
Pero cuando se trata de trasplantes para órganos de vida o muerte, como corazones e hígados, los cirujanos aún deben confiar en partes humanas. El sueño de estos investigadores alemanes es usar estos cerdos modificados genéticamente para obtener sus órganos de forma prácticamente inmediata en cualquier quirófano para salvar la vida a miles de humanos.
Los cerdos con los que trabajan tienen tres modificaciones genéticas originadas hace más de una década, todas diseñadas para evitar que los babuinos y los humanos rechacen sus órganos.
La primera de estas modificaciones es eliminar un gen que produce un azúcar llamado galactosiltransferasa, que evita que el sistema inmunitario del receptor rechazara de inmediato un órgano de una especie diferente. El segundo cambio agregó un gen similar al gen humano CD46, una proteína que ayuda al sistema inmunitario a atacar a invasores extraños sin reaccionar de forma exagerada y causar una enfermedad autoinmune; el tercero introdujo un gen para una proteína llamada trombomodulina, que previene los coágulos sanguíneos que de otro modo destruirían el órgano trasplantado.
Bruno Reichart, un cirujano retirado, dice que solo necesita fondos para completar una prueba más: mantener vivos a babuinos con un corazón de cerdo durante un año. Después podrán probarlos en personas.
vía: technologyreview