Intel descataloga sus procesadores con Omni-Path, la primera generación de las CPUs Xeon Scalable

Tras descatalogar prácticamente al completo la familia de CPUs de consumo Kaby Lake, Intel también anunció la muerte de sus procesadores Xeon Scalable con Omni-Path, los cuales hay que reconocer que no fueron nada populares, y esto se debe al propio diseño de la CPU.

Omni-Patch se trata de una tecnología diseñada para el mercado de la informática de alto rendimiento con el fin de proporcionar una interconexión de alta velocidad, con una velocidad en torno a los 100 Gbps, entre las CPUs Intel Xeon. Finalmente, esta tecnología fue difícil de integrar a nivel de servidor, además de que no ofrecía ningún valor añadido, pues existían  otras tecnologías que igualaban o superaban sus ventajas.

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Por estas razones, Intel está descatalogando su último producto capaz de utilizar las tecnología Omni-Path, la primera generación de CPUs escalables Xeon. Llevando la coletilla "F", estas CPUs tenían un conector extra que sobresalía del PCB de la CPU para permitir la funcionalidad Omni-Path.

En total, Intel había fabricado ocho de estas CPUs que tenían esta característica adicional, que consistía en dos Xeon Platinum y seis Xeon Gold CPUs, que ahora han llegado al final de su vida útil. Intel afirma que el enfoque de estas CPUs se ha desplazado hacia otras tecnologías como la fotónica de silicio, que proporciona una velocidad mucho mayor, alcanzando los +100 Gbps. Por otro lado, la compañía ya está desarrollando la nueva generación de estos procesadores con unos transceptores capaces de alcanzar velocidades de 400 Gbps con la magia de la luz. Estas CPUs deberían llegar durante la primera mitad de 2020. 1

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